La desinfección solar del agua es un tratamiento utilizado
en regiones pobres para reducir la incidencia de enfermedades diarreicas. Uno
de los métodos utilizados, recomendado por el Fondo de Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF), es la exposición a los rayos solares de agua en botellas de
1 o 2 litros de plástico PET durante 6 horas como mínimo y en caso de tiempo
nublado ampliar la exposición hasta 48 horas para lograr una desinfección
adecuada.
Investigadores del Johns Hopkins Bloomberg School of Public
Health y el Johns Hopkins School of Medicine comprobaron que añadir limón al
agua tratada con radiación solar acelera el proceso de desinfección y mejora la
calidad del agua de manera efectiva y económica.
Para realizar esta comprobación, los autores del estudio
llenaron unas botellas de plástico con agua que contenía la bacteria
Escherichia coli (E. coli), el bacteriófago MS2 y el norovirus murino. Después
añadieron jugo de limón, limón en suspensión y psoralenos sintéticos.
Tras exponer esas botellas a la luz solar, los
investigadores descubrieron una sustancial disminución de la concentración de
E.coli y del bacteriófago. La del norovirus se redujo de modo insignificante.
El ácido cítrico, los psoralenos y la radiación ultravioleta
afectan las estructura del ADN de los microrganismos, por lo que cesa su
reproducción. "El método de desinfectar el agua con la luz solar y el jugo
de limón (30 mililitros de jugo por 2 litros de agua) disminuye el contenido de
E.coli en 30 minutos. El mismo resultado se logra al hervir el agua",
señaló el Prof. Schwab, co-autor del estudio.
Publicado en Higiene Ambiental el martes 24/abril/2012
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