martes, 29 de noviembre de 2016

LA VIDA SECRETA DE LAS RATAS

Científicos de la Universidad Humboldt (Berlín) revelan los circuitos cerebrales responsables de las cosquillas, así como su parecido entre ratas y personas.



En su ensayo Sobre la esencia de la risa, Baudelaire asegura que la risa proviene de la noción de superioridad que tenemos los humanos sobre las bestias, y también sobre otras personas.



Si una rata pudiera entender esa teoría, seguro que se partiría de risa. Los científicos han averiguado que las ratas se ríen, aunque a nivel ultrasónico, por lo que los seres humanos no podemos oírlo. Y entre las causas de su hilaridad se cuentan las cosquillas. La neurología subyacente revela su gran parecido con la risa humana.

Incluso Aristóteles trató el tema de las cosquillas, aunque fue el psicólogo norteamericano Stanley Hall quien lo analizó con fervor en un artículo de 1897. Hall estableció que hay dos tipos de cosquillas: knismesis y gargalesis.



La knismesis se logra rozando a la víctima con una pluma, y causa más comezón que carcajada. La gargalesis, muy al contrario, requiere una acción más agresiva del tipo clavarle a alguien los nudillos en las costillas u otras zonas sensibles, de manera insistente aunque poco predecible, y genera esa carcajada histérica que se llega a confundir con el dolor. En esta segunda se centra el estudio publicado hoy en Science.

“La gargalesis”, explica Michael Brecht, del Centro Bernstein de Neurociencia Computacional de la Universidad Humboldt, en Berlín, “es una forma peculiar, y a menudo divertida, de toque social que se ha discutido durante más de dos milenios”, haciendo referencia a Aristóteles. “Pero quedan cuestiones muy importantes por responder: ¿por qué el efecto de las cosquillas depende tanto del estado de ánimo? ¿Por qué las distintas partes del cuerpo difieren tanto en sentir cosquillas? ¿Por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos? ¿Es la risa de las cosquillas distinta de la de la risa cómica? ¿Por qué el efecto de las cosquillas depende tanto del estado de ánimo? ¿Por qué las distintas partes del cuerpo difieren tanto en sentir cosquillas?"



Brecht y su colega Shimpei Ishiyama razonaron que, para responder esas preguntas, tenían que averiguar primero los correlatos neuronales de la sensación de cosquillas: aquellos circuitos cerebrales que se activan en coincidencia con sentir cosquillas, y solo entonces. Es una estrategia habitual de las neurociencias. No demuestra que esos circuitos causen la sensación de cosquillas, pero los convierten en los principales sospechosos de ello. Este equipo de científicos ha trabajado en ratas que se ríen y tienen cosquillas.

Basándose en trabajos pioneros, y olvidados, de la década pasada, Brecht e Ishiyama ha probado que las ratas se ríen a una frecuencia de 50 kilohercios (o 50.000 oscilaciones por segundo). Eso está muy por encima de los 20 kilohercios que marcan el límite superior de nuestra ventana de frecuencias audibles. Los dos investigadores de Berlín han medido esas vocalizaciones ultrasónicas para calcular el grado de cosquillas que tiene una rata en muchas condiciones diferentes.

Eso les ha permitido identificar los circuitos cerebrales de las cosquillas. Han comprobado que lo son por el método inverso: estimulan el circuito con electrodos y ven que ello, sin ninguna contribución del mundo externo, estimula en la rata el mismo comportamiento que si les hubieran hecho cosquillas.



También han podido comprobar que las ratas solo “disfrutan” de las cosquillas, reales o virtuales, cuando están de buen humor, al igual que le ocurre a los humanos. Según Darwin “la mente debe estar en una condición placentera” para poder reírse con las cosquillas.



Fuente: El Pais

Publicado en ANECPLA el 25 de noviembre de 2016:  http://www.anecpla.com/blog-anecpla-388#.WD3pK-bhCM8


Las imágenes las he conseguido tras una búsqueda por "gargalesis rat" en Google Imágenes. Agradezco a sus autores por compartirlas en la red.

¿PARA QUÉ SIRVE LA SALIVA DEL MOSQUITO?


Mosquito picando

Según un estudio europeo, la saliva del mosquito desvía las células inmunitarias para propagar los virus. Cuando las células inmunitarias se desplazan hacia la zona de la picadura de un mosquito, podrían infectarse por un virus transmitido por la picadura y favorecer su propagación por el resto del cuerpo en vez de contenerla.




Según la investigación publicada en la revista “Immunity”, cuando el cuerpo reacciona a los agentes patógenos transmitidos por los mosquitos (el dengue, el virus Zika o el del Nilo occidental), la reacción inmunitaria favorece en realidad la propagación de los patógenos en el cuerpo. La picadura del mosquito va acompañada de la inyección de una pequeña cantidad de saliva (menos de un micro litro) que contiene un potente “cóctel” especial, compuesto por moléculas que alivian el dolor e impiden la coagulación de la sangre, lo que beneficia a todos los patógenos presentes en la saliva. Parece ser que los ratones utilizados en estudios de laboratorio desarrollan infecciones menos graves cuando son infectadas por un virus transmitido por un mosquito en lugar de la jeringuilla de un investigador, pero hasta ahora se desconocía la razón.

El equipo de investigación europea, dirigida por la universidad de Leeds en el Reino-Unido, llevó a cabo un experimento de infección de ratón por una variedad relativamente inofensiva del virus del bosque de Semliki (SVF). Cuando se inyectó manualmente el virus en la piel, ningún ratón se puso realmente enfermo y todos sobrevivieron. Pero cuando fue inyectado por una picadura de mosquito el virus se propagaba más rápidamente y más fácilmente en el resto del cuerpo, y murieron 4 de los once ratones.

Una explicación posible era que los componentes de la saliva suprimían la reacción inmunitaria natural, facilitando considerablemente la transmisión de un virus, pero este estudio descubrió que no era el caso. Al contrario, la saliva provoca una inflamación, es decir un aviso de que las defensas naturales del cuerpo han sido franqueadas. Los glóbulos blancos neutrófilos que son los primeros en intervenir en el cuerpo, afluyen a la zona de la picadura. Les siguen los macrófagos cuyo papel es devorar a todo microbio ajeno al cuerpo.



Mediante el SFV marcado con un pigmento fluorescente, el equipo de investigación descubrió que los mismos macrófagos están infectados por los virus y luego propagan aún más la enfermedad. Cuando los investigadores infectaron por el SFV ratones desprovistos de macrófagos, constataron que se encontraban prácticamente bien, se les hubiese infectado por picadura o por inyección. Esto demuestra que en realidad el virus se sirve de los macrófagos para replicarse y propagarse rápidamente en el cuerpo.

Estos nuevos descubrimientos son particularmente interesantes porque pueden indicar una diana (la zona de la picadura) donde luchar de manera más eficaz contra la instalación de enfermedades. “Si se consigue inhibir la inflamación debida a la picadura, se podría detener los virus antes de que desarrollen una infección. Además, este método convendría para luchar contra todas las infecciones del mismo tipo, puesto que la inflamación por la picadura es común a todas estas enfermedades” comentaba Clive McKimmie, el inmunólogo que llevó a cabo el estudio. Si los descubrimientos sobre roedores se confirman para el Hombre y numerosos virus transmitidos por los mosquitos, C. McKimmie espera que los investigadores puedan inhibir las respuestas del sistema inmunitario en la zona de la picadura, sea cual sea el patógeno.

Por lo tanto, con sólo una aplicación local de una crema antiinflamatoria se podría reducir las infecciones graves provocadas por las picaduras de mosquitos, evitando por otra parte inhibir el conjunto del sistema inmunitario. Aunque estas conclusiones son muy prometedoras para impedir las epidemias de los virus transmitidos por los mosquitos que afectan a millones de personas en el mundo, C. McKimmie insistió en la necesidad de llevar a cabo otras investigaciones antes de proceder a recomendaciones de salud pública.





Las imágenes las he obtenido por una búsqueda en Google Imágenes por "saliva mosquito". Agradezco a los autores de las mismas por compartirlas en la red.