El Consistorio hace
pruebas para localizar nidos de ratas y zonas saturadas de estorninos, entre
otras utilidades posibles.
A vista de pájaro, o mejor dicho, de dron. Así es como quiere
estudiar el Ayuntamiento el problema del picudo rojo en las calles de Valencia,
donde se realiza un seguimiento casi diario a las palmeras. La empresa
Lokímica, encargada del control de plagas, ha iniciado las pruebas con estos
aparatos para ayudar en los tratamientos.
La idea surgió de la concejalía de Parques y Jardines, como
un instrumento más para erradicar esta plaga tan peligrosa en otras ciudades y
que en Valencia tiene todavía poca presencia. Fuentes de la empresa indicaron
que "cada semana aprendemos nuevas aplicaciones con los drones", para
citar como ejemplo el control de aves e incluso la detección de roedores en las
copas de las palmeras.
Imagen tomada con un dron en una palmera a la búsqueda de la plaga del picudo rojo. |
Pero es el picudo rojo lo que más preocupa y para lo que se
está empezando a utilizar de manera sistemática. La normativa divide los
aparatos según el peso y los pequeños pueden volar en el casco urbano, lo que
facilita los trabajos.
La empresa Lokímica ha sido pionera en la utilización de
drones para el control de plagas de mosquitos, al fotografiar con estos
pequeños aparatos dirigidos por radio grandes extensiones de arrozal, con lo
que se acorta el tiempo de respuesta de las brigadas. Las imágenes muestran las
zonas con agua estancada, susceptibles de albergar larvas.
Lo mismo sucede ahora con el arbolado. Las mismas fuentes
citaron como ejemplo una serie de fotografías realizadas en la zona de la
Ciudad de las Ciencias, a la búsqueda de nidos de estorninos, un tipo de ave
que se cuenta por miles.
La prevención de plagas en las palmeras llega también a la
colocación de anillas metálicas para impedir que suban ratas a la parte
superior, donde anidan y tienen una despensa asegurada, especialmente en el
caso de las datileras. La previsión era llegar a las 2.000 anillas colocadas en
otras tantas palmeras. Se trata de una lámina ancha, por la que el animal
resbala y le impide ascender por el tronco.
Sería fácil acceder a una palmera afectada por el picudo rojo mediante un dron, viendo la parte superior de la misma, cosa que no se ve desde abajo |
Aparte de la detección de las plagas se encuentra la opción
de acometer el tratamiento con drones. Esto de momento se trabaja sólo en la
Albufera y para los mosquitos, aunque está pendiente de cerrar el acuerdo. El
problema es que sólo compensa la fumigación cuando se trata de grandes
cantidades de insecticida, para lo que se necesita un dron de peso superior a
los 50 kilogramos. El coste del aparato sube de manera extraordinaria y los
requisitos para utilizarlo son similares a los de una avioneta.
Pero hasta que llegue ese momento, los vecinos tendrán que
acostumbrarse a ver de vez en cuando estos pequeños aparatos voladores
alrededor de los árboles monumentales y las grandes palmeras. Estos ejemplares
son los que requieren un cuidado mayor, al estar protegidos por su elevado
valor ambiental.
Los drones fueron los protagonistas de unas recientes
jornadas internacionales sobre control de plagas celebradas en Valencia, donde
se dio a conocer las intenciones del Consistorio de aprovechar esta tecnología
en todos los ámbitos que pueda, especialmente para la detección de posibles
bolsas de mosquitos. La contrata trata habitualmente unas 200 zonas en todo el
municipio.
Fuente: http://www.lasprovincias.es/valencia-ciudad/201503/16/drones-para-detectar-picudo-20150316120515.html
Al igual que antes he hecho un comentario sobre el uso de los drones, podría añadir que podría servir colocar en las copas de las palmeras auyentadores para la cotorra argentina que construye nidos de centenares de kilos encima de pinos o palmeras.
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