Los insecticidas neonicotinoides imidacloprid y
clotianidina y el acaricida organofosforado cumafós disminuyen la actividad cerebral
de las abejas, interfiriendo en su capacidad para aprender y recordar. Esta es
la conclusión de nuevos estudios realizados, que discuten las empresas
productoras de estos pesticidas, con el argumento de no estar realizados en
condiciones reales de campo.
Desacuerdo acerca de la influencia de los pesticidas
sobre los polinizadores
El despoblamiento de las colmenas, la desaparición de las
abejas y su futuro incierto es motivo de preocupación, ya que, en particular
las abejas melíferas, juegan un papel importante en la polinización de una
amplia gama de cultivos y plantas silvestres. La pérdida de habitat y una serie
de enfermedades han hecho descender en picado el número de estos insectos. La
hipótesis que se plantean algunos investigadores es si los pesticidas también
juegan un papel en este fenómeno.
Dos nuevos estudios, publicados en Nature Communications
y Journal of Experimental Biology han puesto de manifiesto un impacto negativo
en la capacidad de las abejas para aprender después de estar expuestas a una
combinación de pesticidas de uso común en la agricultura.
Los investigadores hallaron que las abejas expuestas a
pesticidas, especialmente si estos se usan combinados, son más lentas para
aprender o olvidan por completo asociaciones importantes entre el aroma floral
y la presencia de alimento.
No obstante, estas conclusiones chocan con el sector
productor de pesticidas, que argumentan que los estudios basados en pruebas de
laboratorio no siempre aplican a las abejas en el medio silvestre y también
otro informe, publicado por la Agencia de Investigación en Alimentación y Medio
Ambiente (FERA) de Reino Unido, que analiza los abejorros que viven junto a
campos tratados con pesticidas, ha llegado a la conclusión de que no existe
ninguna relación entre la salud de las abejas y la exposición a los
neonicotinoides.
Disminución de la actividad cerebral
Uno de los dos estudios citados, realizado en la
Universidad de Dundee (Escocia), analiza los efectos sobre las abejas de dos
pesticidas utilizados comúnmente: neonicotinoides, utilizados para el control
de plagas en la colza y otros cultivos y un grupo de químicos organofosfatos
llamados cumafós, que se utilizan para matar el ácaro Varroa, un parásito que
ataca a la abeja melífera.
El estudio reveló que la aplicación directa de los
pesticidas en el cerebro de los polinizadores causa una pérdida de la actividad
cerebral. Los neonicotinoides y los organofosforados causan en las abejas un
efecto de hiperactivación o actividad de tipo epiléptico, precedida por una
inactivación neuronal, en la que el cerebro disminuye casi totalmente su
actividad. Si los pesticidas se aplican juntos, la toxicidad aumenta y el
efecto es mayor.
Abeja melifera (foto publicada en apiculturaenvalero.Wordpress.com) |
Pérdida de capacidad de buscar alimento y de comunicarse
El segundo de los estudios, realizado en la Universidad
de Newcastle, incluye una serie de experimentos de laboratorio que muestran que
las abejas expuestas a ambos pesticidas, neonicotinoides y cumafós, son
incapaces de aprender y recordar la asociación entre el aroma floral y la
presencia de néctar, una habilidad esencial para las abejas en busca de
alimento.
Las abejas expuestas ven mermada su capacidad de
encontrar alimento, aprender, recordar y comunicar a sus compañeras de colmena
las fuentes de polen y néctar. Este hecho deberian tenerlo presente, según los
investigadores, las empresas productoras de pesticidas en el momento de evaluar
la seguridad de los químicos.
Propuesta de moratoria del uso de neonicotinoides de la
Comisión Europea
A raiz de un informe de la Autoridad Europea de Seguridad
Alimentaria (EFSA), que concluye que el uso de neonicotinoides representa un
riesgo agudo alto para los polinizadores, la Comisión Europea ha propuesto
recientemente una moratoria temporal en el uso de neonicotinoides.
Sin embargo, 14 de los 27 Estados Miembros de la UE-
incluyendo Reino Unido y Alemania- se han opuesto a la prohibición y la
propuesta ha sido retrasada.
Para el FERA y determinadas empresas del sector de
pesticidas, las decisiones sobre el uso de los neonicotinoides debe basarse en
pruebas científicas sólidas, y sugieren que los hallazgos basados en estudios
de laboratorio no deben extrapolarse automáticamente al campo, con colonias y
colmenas de abejas reales.
Fuente: BBC
Publicado en Higiene Ambiental, el martes 9 de abril de
2013
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