sábado, 12 de octubre de 2013

Una avispa muy voraz.

Una avispa muy voraz.

La avispa asiática ha venido para quedarse y no se va a marchar. Con medios se puede controlar, pero no erradicar”. La sentencia es de Ángel Noguer, presidente de la Asociación de Apicultores gerundenses, que agrupa a unos 150 apicultores de la demarcación y que en las últimas semanas han incrementado su lucha contra la presencia de este insecto, gran depredador de las abejas de miel. En el último mes han aparecido en varias comarcas de la demarcación de Girona ejemplares de esta especie, que se estima que llegó por primera vez a Europa en el 2004 por el puerto de Burdeos en un barco de carga procedente de Asia. De ahí su nombre. Los Técnicos del Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca, Alimentació i Medi Natural (de la Generalitat de Catalunya –comunidad autónoma española) sólo han conseguido capturar en el último mes un total de ocho ejemplares mediante las trampas colocadas sobre el territorio que se estima que la población de este insecto es mucho mayor. De entrada, se estima que podría haber como mínimo un nido en la comarca de la Garrotxa con unas 200 avispas, en concreto en la zona de la Vall d’en Bas, que es en donde han sido encontrados más ejemplares. Los primeros fueron avistados el pasado 17 de septiembre. El 29 de ese mismo mes apareció otro ejemplar en la zona de Susqueda y el 5 de octubre, otro en el Ripollés. Teniendo en cuenta que según los técnicos, el insecto se extiende por el territorio a razón de 100 km/año, la localidad de que llegue pronto a otras zonas de Cataluña es alta.

Avispa asiática Vespa velutina


Técnicos de la Generalitat afirman que la presencia de este insecto “no es alarmante” para la población, ya que una picadura de la avispa asiática Vespa velutina no es más peligrosa que la picada de otro tipo de avispa o abeja. Sin embargo, su presencia en el territorio si genera gran preocupación entre los apicultores, dado que uno de los manjares preferidos de este animal para alimentar las larvas son las abejas de miel.

“Si proliferan al ritmo que lo han hecho en el País Vasco, su presencia puede ser muy devastadora para nuestro sector”, explica el productor de miel Miquel Hernández, responsable de la sección de apicultura agrario JARC. Se estima que en la demarcación de Girona hay unas 20.000 colmenas de 253 apicultores que generan unas 2.000 toneladas de miel anuales. España, con unos 2,5 millones de colmenas que producen unas 80.000 toneladas de miel al año, es el principal productor europeo de miel.

Precisamente para controlar su presencia y evitar posibles plagas de este insecto en un futuro próximo la Generalitat ha adoptado varias medidas encaminadas a capturar ejemplares y a detectar posibles nidos. De momento la única medida que ha resultado efectiva para capturar a los insectos ha sido la instalación de trampas. Actualmente, en la demarcación de Girona hay alrededor de unas 600 trampas, de las que 150 han sido instaladas por la Generalitat y el resto elaboradas por los propios apicultores. Una parte de estos artilugios utilizan feromonas. Se trata de recipientes en cuyo interior hay un líquido con feromonas, una substancia que desprende un olor dulce y que atrae a las avispas volutinas, pero que repele a las abejas de miel y al resto de insectos. Los ejemplares que se cuelan en estos recipientes acaban ahogados en el líquido. La Generalitat ha destinado unos 4.100 euros a la colocación de este tipo de trampas y líquidos atrayentes, según explicó el director de servicios territoriales de Agricultura, Ramaderia, Pesca, Alimentació i Medi Natural, Vicenç Estanyol.

Una trampa comercializada para atrapar avispas.


Otras tampas que se han instalado en la demarcación son más caseras, ya que han sido fabricadas por los mismos apicultores con algunos alimentos, como por ejemplo, restos de pescado, o con anís o vino. Entre los municipios de la demarcación donde se han instalado estos sistemas de captura de avispas están Sant Privat d’en Bas, Susqueda, Ripoll, Anglès o Santa Coloma de Farners. Para Albert Hort, que tiene colmenas en la zona de Santa Coloma de Farners, “es cuestión de tiempo” que las avispas lleguen a sus colmenas, ya que el hasta ahora único ejemplar encontrado en la comarca de la Selva, está a unos 2 Kms de distancia. Este apicultor ha instalado hasta unas diez trampas en un radio de unos 60 Kms entre el Baix Empordà y el Vallès.

Lo que de momento no ha dado resultado es la detección del nido que según los técnicos se estima que hay en la comarca de la Garrotxa. Hace unos días se hizo una prueba con un helicóptero equipado con un radar de visión térmica para encontrar el nido, que está a unos 25 grados de temperatura. El helicóptero que sobrevoló la zona –sólo ha despegado una vez- era el que contrató el Departament d’Agricultura para la campaña de fuegos, de modo que no se hubo de hacer ninguna aportación extra. Sin embargo, fuentes del departamento reconocen que sobrevolar la zona varias veces para detectar la posible presencia del nido no es viable económicamente por elevado coste que supondría. Tampoco ha surtido efecto el sistema que consistía en atar una cinta roja a los ejemplares que se sospechaba que podían ser Vespa velutina y seguirles el rastro hasta un posible nido.

El subdirector de Biodiversidad del Departament d’Agricultura, Ignasi Rodríguez –que compareció ayer en rueda de prensa en Girona junto con el director de los servicios territoriales de Agricultura, Vicenç Estanyol-, comparte la misma opinión que los apicultores y reconoce que la avispa asiática “ha venido para quedarse”. En este sentido, asegura que la lucha se tiene que centrar en disminuir la población y destruirla en aquellos puntos en los que afecte la actividad de los apicultores. Desde ahora y hasta que llegue el frío, el objetivo de la Generalitat será localizar los nidos de avispa asiática a partir de la observación directa de los propios apicultores, agentes rurales y técnicos.

Rodríguez ha hecho un llamamiento a las personas que descubran algún posible nido “Es contraproducente destruir nidos tirándoles piedras o dándoles golpes, ya que esto favorece que las avispas salgan y que construyan un nuevo nido. La destrucción debe ir a cargo de especialistas. El mejor momento para destruirlas es cuando anochece y los sistemas que se pueden usar son la congelación, la cremación o el uso de insecticida.

Desde que hace un mes surgieron los primeros ejemplares de avispa asiática, la Generalitat ha recibido unos 60 avisos vía e-mail o teléfono de ciudadanos que creían haber visto el insecto. De estos, 56 fueron confusiones. Dentro de un mes con la llegada del frío, las avispas madre reproductoras abandonaran el nido y empezarán a hibernar; mientras que la mayoría de avispas obreras morirán, culminado así su ciclo de vida. En la primavera se intensificarán las actuaciones, ya que con el buen tiempo, las avispas madre empezarán a construir nidos nuevos. En el interior de estos nidos pueden haber hasta 1.500 obreras. De ahí la importancia de atajar el problema cuanto antes. “Sería importante matarlas antes de que llegue el invierno, ya que su capacidad de reproducción es muy alta”, explica el responsable de apicultura de la JARC, Miquel Hernández.

El avance de la avispa asiática se ha convertido en una preocupación en la Unión Europea, ante el temor que esta especie exótica invada buena parte del territorio comunitario. De hecho, los científicos hablan de expansión continua de la especie hasta que llegue a sus límites naturales. Esto significa, que la especie podrá ocupar casi toda Europa, quedando excluidos de su alcance los territorios muy fríos o muy secos.

En este sentido cabe interpretar la iniciativa del grupo popular en el Congreso de los Diputados, que presentó una proposición no de ley en la que insta al Gobierno español a impulsar medidas de coordinación y colaboración con otros países europeos para luchas de forma conjunta contra la avispa asiática antes de que sea demasiado tarde.

La proposición plantea también una estrategia española coordinada por el Ministerio de Agricultura y con la participación de las comunidades autónomas afectadas, para erradicar esta especie superdepredadora de las abejas melíferas. Entre las medidas sugeridas figura la de potenciar los sistemas de defensa de las colmenas, la puesta en marcha de mecanismos de información y prevención ante una posible plaga y la potenciación de los métodos de captura selectiva y de la investigación para descubrir y producir una feromona que resulte efectiva contra estas avispas, que entraron en Europa por el sudoeste de Francia y que España, a parte del País Vasco y la ahora la demarcación de Girona, también se ha detectado “esporádicamente” en Val d’Aran.



Texto de Silvia Oller, Girona  publicado en la sección de “Vivir” de La Vanguardia, el jueves 10 de octubre de 2013.

Todas las fotos están obtenidas en Google Imágenes. Búsqueda "avispa asiática", "vespa velutina", "trampas avispas".

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