Las mujeres almacenan en su organismo niveles de DDE,
principal metabolito del plaguicida diclorodifeniltricloroetano o DDT, que
prácticamente duplican a los detectados en hombres. En España este plaguicida
se prohibió en la década de los 80 por sus efectos nocivos sobre la salud
humana, pero dada su gran resistencia a la degradación, continúa presente en el
medioambiente y en la cadena alimentaria.
El p, p '-diclorodifenildicloroetileno (p, p'-DDE),
principal metabolito del plaguicida DDT, es un marcador de exposición en el pasado
a este pesticida organoclorado. El DDE se considera un contaminante orgánico
persistente, con potenciales efectos adversos sobre la salud humana.
El 100% de las personas presentan en su organismo niveles
detectables de DDE. Se estima que la mayoría de las personas estamos expuestas
a DDT o al DDE, también relacionado con efectos adversos sobre la salud,
especialmente por su interacción con los receptores hormonales de estrógenos y
andrógenos.
Un estudio realizado en Andalucia por científicos del
departamento de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada y de
la Escuela Andaluza de Salud Pública, publicado en la revista Science of The
Total Environment, evalua los niveles de p, p'-DDE en el tejido adiposo de una
cohorte de adultos (197 hombres y 190 mujeres, mayores de 18 años, residentes
en la provincia de Granada) y explora la exposición desde una perspectiva de
género. DDT
El estudio concluye que las mujeres acumulan en su
organismo niveles de DDE que prácticamente duplican a los detectados en
hombres, siendo esta exposición especialmente importante en las mujeres que
habitan en zonas rurales, con niveles hasta un 40% superior al de aquellas que
viven en zonas urbanas. Sin embargo, entre los hombres no se observaron
diferencias según lugar de residencia.
Pese a estar prohibido desde hace más de 30 años en
España, el DDT continúa siendo empleado para el control de plagas en ciertos
países, como Marruecos o Sudáfrica. Fue originalmente diseñado para ser muy
resistente a la degradación, lo que ha provocado que, en la actualidad,
continúe presente en el medioambiente y en la cadena alimentaria.
Diferencias entre mujeres y hombres
El trabajo realizado en la UGR ha demostrado que las
mujeres duplican los niveles promedio de DDE que los hombres, a igualdad de
edad, índice de masa corporal, lugar de residencia y hábitos dietéticos.
Según Juan Pedro Arrebola, autor principal del estudio,
los resultados encontrados podrían deberse a un conjunto de factores
fisiológicos y sociales. "Las mujeres tienen, por lo general, menor
actividad del citocromo P450 (grupo de enzimas encargado de metabolizar y
eliminar los compuestos tóxicos a los que nos exponemos) y también un mayor
porcentaje de grasa corporal, que es el tejido donde se acumula este
plaguicida".
Por otro lado, estudios previos han demostrado que,
generalmente, las mujeres que trabajan en la agricultura suelen hacerlo en
condiciones menos ventajosas que los hombres, ya que reciben salarios más
bajos, realizan trabajos menos cualificados y reciben menor educación sobre
medidas de protección.
"Asimismo, las mujeres residentes en zonas rurales
han tenido tradicionalmente menores posibilidades de acceso al sistema
educativo, peores medidas de seguridad en el trabajo y mayor exposición a
plaguicidas, por lo que suponen un colectivo de elevado riesgo para la
exposición a plaguicidas y otros contaminantes ambientales", destaca el
investigador.
Consecuencias a largo plazo
La exposición a DDT/DDE no es solamente relevante para la
salud de la mujer, sino también para la de su descendencia, ya que se ha
demostrado la transmisión de estos contaminantes al feto durante el embarazo.
Incluso se ha relacionado con diversos efectos en salud evidenciables al
nacimiento (como malformaciones en el tracto genitourinario) o, más tarde,
durante la vida adulta de sus hijos (obesidad, alteraciones neuroconductuales).
Los resultados del presente trabajo apuntan hacia una
clara desigualdad de género en la exposición histórica al plaguicida DDT en la
población de estudio, que está además muy influenciada por las características
sociodemográficas del área de residencia. "Es necesario realizar más
estudios con enfoque de género para dilucidar la verdadera magnitud del
problema", apostilla Arrebola.
Fuente:SINC
Articulo original:
Human exposure to p,p'-dichlorodiphenyldichloroethylene (p,p'-DDE) in urban and
semi-rural areas in southeast Spain: A gender perspective. Arrebola
JP, Fernández MF, Olea N, Ramos R, Martin-Olmedo P. Sci Total Environ. 2013 Aug
1;458-460:209-16 http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0048969713004221
Publicado en Higiene Ambiental, el miércoles 31 de julio
de 2013
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