domingo, 8 de septiembre de 2013

La convivencia con las bacterias en nuestro sistema digestivo

La comunidad microbiana que vive en nuestro tracto digestivo es crucial para nuestra salud: nos ayuda a digerir los alimentos, nos proporciona los nutrientes esenciales, nos protege de bacterias dañinas y tiene roles en nuestras defensas inmunológicas. Un estudio del Food Research Institute analiza cómo mantener las comunidades de bacterias beneficiosas en nuestros intestinos y evitar a los invasores dañinos.


 Un proyecto del  Food Research Institute (UK) examinará los mecanismos que nuestro cuerpo utiliza para vivir en armonía con los billones de bacterias en nuestro sistema digestivo, un hecho crucial para nuestra salud, y buscará nuevas estrategias de intervención para reforzar la salud del intestino.

La comunidad microbiana que vive en el tracto digestivo, conocida como la microbiota intestinal, se compone de decenas de miles de millones de bacterias, de cientos de diferentes especies. Estas bacterias nos ayudan a digerir los alimentos, proporcionar los nutrientes esenciales, proteger de bacterias dañinas y también tienen roles en nuestras defensas inmunológicas.

Los cambios en el equilibrio de las diferentes bacterias existentes en nuestra microbiota se ha relacionado con enfermedades inflamatorias del intestino y otras.

Las células que recubren el tracto digestivo, y especialmente la capa de moco protector que estas producen y que las cubre, son cruciales para mantener este equilibrio, principalmente en el cólon, que es donde vive la mayor parte de la microbiota. La capa protectora consiste de una capa firme que previene que las bacterias invadan nuestro cuerpo y una capa más flexible, que proporciona un habitat adecuado para las bacterias del intestino.

Se cree que las bacterias han desarrollado adhesinas en su superficie celular, que les permiten unirse al moco, que está formado por proteínas llamadas mucinas y que contienen una matriz compleja de diferentes azúcares.

Nathalie Juge, investigadora del Foof Research Institute (FRI) , demostró que las bacterias intestinales presentan proteínas para unirse al moco en su superficie y sigue investigando más exactamente la interacción entre las proteínas de unión al moco y éste.

El estudio se centrará en Lactobacillus reuteri, como organismo modelo, para diseccionar el impacto de las proteinas de unión de las bacterias en su capacidad para unirse al moco intestinal e influenciar la respuesta del huésped. Nuevas técnicas desarrolladas por el FRI ayudarán a identificar qué azúcares de la mucina estan involucrados en la interacción con las proteinas de unión de las bacterias.

Dentro de la capa de moco se hallan también anticuerpos, y el proyecto investigará también como interactúan los anticuerpos con las proteinas de unión de las bacterias y cómo se vinculan estas interacciones con la respuesta del sistema inmune.

La investigación aportará información sobre cómo mantener una relación beneficiosa con las bacterias del intestino y apuntará a nuevos tratamientos, como los probióticos, cuando el equilibrio bacteriano se altere.


Fuente: Food Research Institute: http://www.ifr.ac.uk/


Publicado en Higiene Ambiental, el jueves 1 de agosto de 2013

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