La comunidad microbiana que vive en nuestro tracto
digestivo es crucial para nuestra salud: nos ayuda a digerir los alimentos, nos
proporciona los nutrientes esenciales, nos protege de bacterias dañinas y tiene
roles en nuestras defensas inmunológicas. Un estudio del Food Research
Institute analiza cómo mantener las comunidades de bacterias beneficiosas en
nuestros intestinos y evitar a los invasores dañinos.
Un proyecto del Food
Research Institute (UK) examinará los mecanismos que nuestro cuerpo utiliza
para vivir en armonía con los billones de bacterias en nuestro sistema
digestivo, un hecho crucial para nuestra salud, y buscará nuevas estrategias de
intervención para reforzar la salud del intestino.
La comunidad microbiana que vive en el tracto digestivo,
conocida como la microbiota intestinal, se compone de decenas de miles de
millones de bacterias, de cientos de diferentes especies. Estas bacterias nos
ayudan a digerir los alimentos, proporcionar los nutrientes esenciales,
proteger de bacterias dañinas y también tienen roles en nuestras defensas
inmunológicas.
Los cambios en el equilibrio de las diferentes bacterias
existentes en nuestra microbiota se ha relacionado con enfermedades
inflamatorias del intestino y otras.
Las células que recubren el tracto digestivo, y
especialmente la capa de moco protector que estas producen y que las cubre, son
cruciales para mantener este equilibrio, principalmente en el cólon, que es donde
vive la mayor parte de la microbiota. La capa protectora consiste de una capa
firme que previene que las bacterias invadan nuestro cuerpo y una capa más
flexible, que proporciona un habitat adecuado para las bacterias del intestino.
Se cree que las bacterias han desarrollado adhesinas en
su superficie celular, que les permiten unirse al moco, que está formado por
proteínas llamadas mucinas y que contienen una matriz compleja de diferentes
azúcares.
Nathalie Juge, investigadora del Foof Research Institute
(FRI) , demostró que las bacterias intestinales presentan proteínas para unirse
al moco en su superficie y sigue investigando más exactamente la interacción
entre las proteínas de unión al moco y éste.
El estudio se centrará en Lactobacillus reuteri, como
organismo modelo, para diseccionar el impacto de las proteinas de unión de las
bacterias en su capacidad para unirse al moco intestinal e influenciar la
respuesta del huésped. Nuevas técnicas desarrolladas por el FRI ayudarán a
identificar qué azúcares de la mucina estan involucrados en la interacción con
las proteinas de unión de las bacterias.
Dentro de la capa de moco se hallan también anticuerpos,
y el proyecto investigará también como interactúan los anticuerpos con las
proteinas de unión de las bacterias y cómo se vinculan estas interacciones con
la respuesta del sistema inmune.
La investigación aportará información sobre cómo mantener
una relación beneficiosa con las bacterias del intestino y apuntará a nuevos
tratamientos, como los probióticos, cuando el equilibrio bacteriano se altere.
Fuente: Food Research Institute: http://www.ifr.ac.uk/
Publicado en Higiene Ambiental, el jueves 1 de agosto de
2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario