El
Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos ha emitido una serie de
recomendaciones para las personas que estén considerando viajar a Brasil para
participar en los Juegos Olímpicos. El consejo principal es el mismo que hace
para todas las regiones afectadas por el virus del Zika: que si se trata de una
mujer embarazada, mejor cambie de planes.
“Debido
al brote del virus del Zika, el CDC recomienda que las embarazadas consideren
no viajar a los Juegos”, señala el CDC en sus recomendaciones tanto para los
Juegos de Río de Janeiro en agosto como para los Paralímpicos un mes más tarde
en la misma ciudad.
Participar
o no en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro ante la expansión del virus del
zika es una decisión “muy personal” que deberían tomar los propios atletas,
dijo este lunes el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades
Infecciosas (NIAID), Anthony Fauci.
“Es muy
difícil dar consejos a los que han dedicado los últimos años de su vida a
entrenarse para ello, es una decisión muy personal”, subrayó Fauci en rueda de
prensa desde la Casa Blanca.
El Comité
Olímpico de Estados Unidos, según Reuters, dijo a las diversas federaciones
deportivas del país que los atletas y el personal que estén preocupados por su
salud debido al virus del zika deberían considerar no participar en los Juegos.
En una teleconferencia con las federaciones, se les dijo que nadie debería ir a
Brasil “si no se siente cómodo yendo”, reveló a Reuters Donald Anthony,
presidente de la Federación de esgrima de EE UU. “Una de las cosas que dijeron
de inmediato fue, especialmente para mujeres que podrían estar embarazadas o
que estén pensando en hacerlo, que no deberían ir” a Rio, agregó el exatleta
olímpico.
El
Comité Olímpico Estadounidense negó sin embargo que haya recomendado no viajar
y afirmó que se limitó a “informar de las recomendaciones del CDC”, el Centro
de Control de Enfermedades (CDC).
“Estamos
tomando medidas para asegurarnos de que nuestra delegación y los afiliados al
equipo estadounidense están al tanto de las recomendaciones del CDC respecto a
viajar a Brasil”, dijo el portavoz del Comité, Patrick Sandusky.
foto publicada en http://internacional.elpais.com/internacional/2016/02/27/estados_unidos/1456533405_813620.html) |
El CDC
recomienda que las mujeres embarazadas no viajen a zonas donde se están dando
muchos casos de zika. También aconseja a los hombres que se desplacen a estos
países y que tengan una compañera sexual embarazada que o usen preservativo o
ejerzan la abstinencia hasta el parto para evitar un contagio del feto.
Para
aquellas mujeres embarazadas que no puedan cambiar el viaje, el CDC les insta a
que “consulten antes a su médico” y que sigan “estrictamente” las instrucciones
para evitar todo lo posible la picadura de mosquitos, la principal vía de
transmisión del virus asociado a casos de microcefalia y del síndrome
Guillain-Barré.
En
vista del número creciente de casos de contagio del virus del Zika por
transmisión sexual, el CDC insiste también en su recomendación de que los
hombres que viajen a zonas donde hay brotes de Zika —como la sede de los
Juegos— usen preservativo o se abstengan de mantener relaciones sexuales si su
compañera está embarazada.
Las
recomendaciones del CDC se conocen en el mismo día en que Argentina reportó el
primer caso de transmisión por vía sexual del virus del Zika. La afectada es
una mujer de la provincia de Córdoba cuya pareja se había contagiado en
Colombia y que al regresar la infectó al mantener relaciones sexuales con ella.
El
primer caso autóctono del virus zika en Argentina fue anunciado este viernes en
la provincia de Córdoba. Un argentino que se había contagiado en Colombia
mantuvo relaciones sexuales con su pareja al regresar a su país y la infectó.
En
general, el zika se transmite por la picadura del mosquito aedes aegypti, pero
también por vía sexual. Si el insecto no es portador del virus pero pica a una
persona que lo tiene, se transforma automáticamente en vector de contagio. De
ahí que los dos pacientes de Córdoba han sido aislados. Existe un tercer caso
en Argentina de un enfermo de zika, pero también se había contagiado en el
extranjero. Se trata de una colombiana que reside en Buenos Aires, pero estuvo
de visita en su país.
La
Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió en enero pasado que el
zika llegaría a toda Latinoamérica, más allá de que la mayoría de los casos se
concentra en Colombia o Brasil. El virus provoca fiebre, sarpullido, dolor en
las articulaciones y conjuntivitis. En general no conlleva gravedad o muerte,
pero está en estudio su posible efecto en los fetos de las embarazadas, en
cuanto a bebes nacidos con microcefalia o daños en los ojos.
El
mismo mosquito que transmite el zika también contagia el chikungunya y el
dengue. Argentina vive su peor brote de dengue de los últimos siete años al
detectarse 4.900 casos en las primeras cinco semanas de 2016. El dengue clásico
tiene como síntomas la fiebre alta, los dolores de cabeza, detrás de los ojos y
en los músculos y articulaciones, la erupción cutánea, las náuseas y la pérdida
del apetito, pero el hemorrágico puede llegar a ser mortal.
Esta
misma semana, el CDC dijo que estaba investigando 14 nuevos casos de posible
transmisión sexual del virus del Zika. Según especificó este viernes, de ellos,
dos casos han sido ya confirmados y otros cuatro se consideran “probables”. Dos
casos más han sido descartados y el resto, otros seis, siguen “bajo
investigación”.
El
Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos anunció este martes
que está investigando 14 casos nuevos de posible transmisión del virus del Zika
por vía sexual. Hasta la fecha solo se
conocía un caso, en Dallas, Texas, de transmisión sexual del virus que se
sospecha es el causante del alarmante incremento de casos de microcefalia y de
síndrome Guillain-Barré en varios países de América Latina. De confirmarse los
nuevos casos, esto podría indicar que la transmisión sexual del virus es más
frecuente que lo que se creía hasta la fecha.
Según
el CDC, entre los casos sospechosos de transmisión sexual hay varias mujeres
embarazadas. No se ha revelado en qué zonas de Estados Unidos se han reportado
los casos sospechosos.
Solo en
dos de los 14 nuevos posibles casos de presunta transmisión sexual se ha
confirmado ya la presencia del virus del Zika en mujeres cuyo único factor de
riesgo de infección era el contacto sexual con un compañero enfermo que había
viajado recientemente a una región donde se está propagando el virus. Pero
todavía no se conocen los resultados de los análisis realizados a los hombres
que presumiblemente habrían transmitido el virus, subrayó el CDC.
En
otros cuatro casos sospechosos, las pruebas preliminares de laboratorio
sugieren la presencia del virus en las mujeres, pero faltan aún los test que
confirmen estos resultados iniciales. Los otros ocho casos registrados están aún
en plena investigación agregó el CDC.
Hasta
ahora, la literatura científica solo tenía documentados tres casos, dos de
ellos antiguos y el otro el registrado en Texas a comienzos de mes. El primero
es el de un estadounidense que en 2008 resultó infectado del virus del Zika en
Senegal y que al regresar a Estados Unidos empezó a sentir los síntomas.
También los registró su mujer, que no había viajado con él y con quien había
mantenido relaciones sexuales nada más volver de Senegal, por lo que los científicos
consideraron que era posible que fuera un caso de transmisión sexual, aunque no
se llegó a investigar la presencia del virus en el semen del paciente. Sí se
hallaron restos del virus en el semen de un paciente que había pasado la
enfermedad dos semanas antes de que se le realizaran las pruebas, en un caso
registrado en 2013 en Tahití.
Según
anunció este martes el CDC, desde entonces también se ha informado de otro caso
de virus del Zika detectado en el semen de un hombre. El caso data de 2014 y
fue detectado por un hospital de Inglaterra en un hombre de 68 años que había
mostrado síntomas de Zika una semana después de haber regresado de las islas
Cook.
Aunque
los nuevos casos de posible transmisión sexual están todavía por confirmarse,
se trata de una tendencia preocupante puesto que “sugieren que la transmisión
sexual podría ser una forma de transmisión del virus del Zika más probable de
lo que se creía hasta ahora”, señala el CDC.
La
vicedirectora del CDC, Anne Schuchat, reconoció en entrevista con The New York
Times que el alto número de casos les ha “sorprendido”. “De confirmarse varios
de ellos, será mucho más de lo que esperábamos”, admitió. Hasta el 17 de
febrero, el CDC había confirmado 82 casos de virus del Zika en Estados Unidos,
todos ellos importados.
Al
igual que las autoridades internacionales, el CDC sigue considerando que la
picadura de un mosquito infectado es la forma más frecuente de transmisión del
virus.
No
obstante, tras el caso de transmisión sexual de Dallas, el CDC emitió nuevas
recomendaciones para mujeres embarazadas cuyos compañeros hayan viajado a zonas
donde se están registrando casos de Zika. Ante los muchos interrogantes aún
abiertos, como la permanencia del virus en el semen y la duda de si un hombre
que no presenta síntomas puede infectar a su compañera o no, el CDC recomienda
desde febrero que las parejas en riesgo o se abstengan de mantener relaciones
sexuales durante el embarazo o que usen un preservativo.
Por el
momento no hay evidencias que sugieran que la mujer puede transmitir este virus
a sus compañeros sexuales, según el CDC.
La
semana pasada, a su regreso de su visita a México, el papa Francisco abrió la
puerta a que la posibilidad de que la Iglesia católica admita el uso de
anticonceptivos para evitar el contagio del virus del Zika, del que se han
registrado brotes en al menos 26 países de las Américas.
Además,
el CDC informó de nueve mujeres embarazadas residentes en Estados Unidos que
contrajeron el virus del Zika durante diferentes momentos de su embarazo al
viajar a regiones afectadas.
Seis de
las mujeres experimentaron síntomas del virus durante el primer trimestre del
embarazo. Dos de ellas sufrieron abortos espontáneos —aunque el CDC subrayó que
no se ha podido establecer un vínculo directo entre el zika y la pérdida del
feto— y otras dos decidieron interrumpir su embarazo. Otra mujer dio a luz un
bebé con microcefalia, mientras que la sexta infectada continúa su embarazo. De
las dos mujeres que se contagiaron durante el segundo trimestre de embarazo,
una dio a luz un bebé “aparentemente sano” y la otra también continúa la
gestación. La mujer que se infectó en el tercer trimestre de embarazo tuvo un
bebé sano. Aunque las sospechas son cada vez mayores, todavía no se ha
establecido un vínculo claro entre el virus del Zika y la microcefalia. Entre
las dudas está si se debe solo al zika o si influyen otros factores en esta
malformación y si influye o no, como parece, el grado de gestación de la mujer
en el momento en que se infecta con el virus.
“La clave
está en averiguar en qué momento somos más vulnerables al zika”
Laura
Rodrigues es brasileña, pero trabaja como profesora de Epidemiología de
Enfermedades Infecciosas en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de
Londres. O lo hacía hasta que el virus del zika desembarcó en su país, y ella
ha decidido viajar para analizar a las madres y niños infectados por él. Ahora
está en Recife, en el extremo oriental de Brasil. Es la capital de Pernambuco,
el estado que se halla en el centro de la epidemia de este virus que que ya es
una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional, según la OMS
(Organización Mundial de la Salud).
Pregunta.
¿Estábamos preparados para esto?
Respuesta.
En absoluto. ¡Ha sido una sorpresa para todo el mundo! Desde comienzos de
agosto de 2015 se ha informado de más de 1.400 posibles casos, y es probable
que la temporada del zika comience de nuevo: la estación de lluvias trae agua y
los mosquitos ponen sus huevos allí donde encuentren una mínima porción…
P. ¿Qué
intenta averiguar con su trabajo?
R.
Tenemos tres estudios en marcha. El primero investiga las causas de la
microcefalia. La hipótesis más probable es la infección del virus del Zika,
pero necesitamos estar completamente seguros. El segundo trata de identificar
los riesgos concretos para las mujeres por lo que respecta a la fase en que se
encuentra su embarazo cuando se ven expuestas al zika. Y el tercero busca
analizar cómo se desarrollan los bebés.
P.
¿Cómo funcionan los ensayos?
R. Estamos en estrecho contacto con los
hospitales de maternidad de todo el estado. Para el primer estudio, cuando nace
un niño con microcefalia, hablamos con la madre sobre su exposición al zika
durante el embarazo y recogemos muestras de sangre (cuando sea posible, del
cordón umbilical), medimos la circunferencia de la cabeza y hacemos escáneres
al niño. Seguimos el mismo proceso para tener una muestra de control de bebés
similares nacidos sin microcefalia. También estudiamos a algunos bebés que ya
habían nacido con microcefalia.
Para el
segundo estudio contamos con mujeres embarazadas que presentan el tipo de
erupciones asociadas al xika. Las analizamos en busca de este virus, el dengue
y el chikungunya [todos ellos virus propagados por el mosquito Aedes]. Luego
hacemos un seguimiento para determinar qué proporción tendrá un aborto o un
mortinato, y que proporción dará a luz un niño con microcefalia u otras
malformaciones. Eso nos indicará si realmente la microcefalia es común y en qué
grado la determina el trimestre del embarazo en el que la madre resulta
infectada.
Para el
tercer estudio, queremos hacer un seguimiento de los bebés que sufren retrasos
en su desarrollo, centrándonos en posibles convulsiones, en su manera de
interactuar o en si establecen contacto visual.
P.
¿Cómo se involucró en todo esto?
R.
Dirijo la colaboración entre Brasil y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical
de Londres. Soy brasileña: me preparé aquí, fui a Londres para hacer estudios de
posgrado y me quedé allí trabajando. Cuando comenzó la epidemia, el gobierno
pidió a un grupo de epidemiólogos de Pernambuco que presentara proyectos de
investigación. Me llamaron, hablé con ellos y el Ministerio de Sanidad
brasileño me invitó a venir. El gobierno nos dio fondos suficientes para uno de
los estudios, y estamos recaudando dinero para los otros.
P. ¿Con
quién está trabajando?
R.
Nuestro grupo tiene su base en una filial local de la Fundaçao Oswaldo Cruz,
que es un centro de investigación muy grande financiado por el gobierno. Nos
han cedido su sala de juntas, que desalojamos cada vez que se celebra una
reunión. Tenemos 10 profesionales en nuestro grupo y 14 asistentes sanitarios
que van a los hospitales o se acercan en camioneta a visitar a las mujeres en
sus casas (aunque dos de ellos están ahora de baja, infectados por el Zika).
Colaboramos estrechamente con los hospitales y con el Departamento de Salud del
Estado de Pernambuco.
P. ¿Qué
espera conseguir?
R. Creo
que la clave está en averiguar en qué momento somos más vulnerables al zika y
qué proporción de bebés resulta afectada. Si resulta que un 90% de las mujeres
infectadas con el virus en una fase concreta de su embarazo tiene un bebé
afectado, como ocurre con la rubeola, entonces hay razones para empezar a
pensar en un tratamiento y en una vacuna, o tal vez en la opción de que las
mujeres tengan acceso al aborto legal. El otro aspecto que debemos tener en
cuenta a la hora de tomar estas decisiones es el grado de incapacidad, mayor o
menor, que tendrán los niños.
P.
¿Cómo están los ánimos?
R.
Cuando llegué aquí en noviembre era un poco como Europa durante la peste: había
esta nueva cuestión tan alarmante para la salud, y la gente no sabía cuál era
la causa. El gobierno ha hecho un buen trabajo dando información, pero hay
mucha preocupación. Las familias están asustadas. El estado ha habilitado
centros para que las mujeres embarazadas puedan examinarse: se han presentado
más de 1.000 en los dos últimos meses. Pero no hay tratamiento y el aborto es
ilegal en Brasil, así que una vez que una persona resulta infectada no puede
hacerse nada. En nuestro equipo estamos muy tristes por las madres y los
chicos, pero a la vez somos conscientes de la urgencia de nuestro trabajo.
(Entrevista
publicada en El País, 23 febrero 2016)
Publicado en el diario El País, el 27 de febrero
de 2016: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/02/27/estados_unidos/1456533405_813620.html