jueves, 7 de mayo de 2015

Piretroides: de insecticidas ideales a contaminantes pseudo-persistentes



El uso de insecticidas piretroides se ha extendido masivamente a nivel mundial, sustituyendo a otros biocidas por presentar una menor persistencia y toxicidad. Sin embargo, el uso indiscriminado de estos compuestos hace que estén presentes constantemente en el entorno. Un estudio del CSIC ha documentado una alta bioacumulación piretroide en peces comestibles de varios ríos peninsulares.




Los insecticidas piretroides son los más utilizados a nivel mundial. Se han utilizado para sustituir a los plaguicidas organoclorados y organofosfatados, cuyo tiempo de degradación es mucho mayor, y su uso es actualmente habitual en cultivos y granos almacenados, en veterinaria, como insecticidas domésticos o en el control de vectores.

Sin embargo, aunque se sabe que la persistencia ambiental de los piretroides es, normalmente, menor de 90 dias, también es cierto que se encuentran en muestras ambientales, como el agua y sedimentos, alimentos, mamíferos e incluso en muestras humanas. La explicación a este escenario puede ser el continuo y, a veces excesivo, uso de estos compuestos.

Un estudio realizado en el Instituto IDAEA-CSIC muestra por primera vez la potencial bioacumulación de piretroides en peces salvajes de rio. En todas las muestras analizadas se hallaron estos insecticidas, lo que lleva a los investigadores, liderados por Ethel Eljarra, a cuestionar la suposición de la seguridad de un uso indiscriminado de estos compuestos y a plantear la necesidad de revisar los limites máximos de residuos de piretroides permitidos en el pescado.


Insecticidas en el pescado

En el estudio se analizaron 42 muestras de pescado de 4 ríos de la Península, en las que se determinaron 12 piretroides distintos: cis-bifentrina, ciflutrina, cipermetrina, cihalotrina, deltametrina, fenvalerato, fluvalinato, permetrina, fenotrin, resmetrina, tetrametrina y tralometrina

En las muestras se detectaron nueve de los doce piretroides incluidos en el estudio. La bifentrina, la cihalotrina y la cipermetrina se hallaron en todas las muestras, mientras que la frecuencia del resto de los insecticidas detectados fué de 88%, 83%, 81%, 57% y 31% para fenvalerato, tetrametrina, permetrina, deltametrina y la ciflutrina/tralometrina respectivamente. Las muestras no presentaron niveles detectables de fluvalinato, fenotrin y resmetrina.


Piretroides

Según el estudio, actualmente tanto la legislación europea como en EEUU, establecen un nivel máximo de residuos de estos pesticidas para los productos de animales salvajes terrestres, pero no existe legislación para el pescado. En base a las concentraciones de piretroides halladas en los pescados salvajes analizados, los autores sugieren que es importante establecer nuevos controles sobre los insecticidas y extender sus ámbitos para incluir grupos de pescados comestibles.

Asimismo, al comparar las concentraciones de piretroides hallados con los niveles detectados de otros contaminantes comunes, como los retardantes de llama, los productos de cuidado personal, las hormonas y los productos farmacéuticos, los valores más altos correspondieron a los insecticidas piretroides.

Según Ethel Eljarra, “se ha encontrado esta sustancia en el cien por cien de las muestras de peces analizadas, lo cual es muy sorprendente si se tiene en cuenta que los piretroides no son contaminantes persistentes. Los efectos tóxicos en los peces incluirían problemas cardiacos y de crecimiento. Las consecuencias tóxicas en humanos no están claras, pero sí se sabe que pueden tener efectos neurológicos, e incluso algunos de ellos están catalogados como posibles carcinógenos humanos".

Por eso,  los científicos piensan que los insecticidas piretroides deberían ser considerados contaminantes pseudo-persistentes yrecomiendan su inclusión en los estudios de control y calidad ambiental.



Publicado en Higiene Ambiental, el miércoles 6 de mayo de 2015

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