La
rabia es una enfermedad aguda infecciosa viral del sistema nervioso central ocasionada
por un Rhabdoviridae que causa encefalitis aguda con una letalidad cercana al
100 %. Es la zoonosis viral conocida más antigua.
El virus de la rabia |
El
virus de la rabia pertenece a la familia Rhabdoviridae, género Lyssavirus tipo
1, tiene forma de bala o bastoncillo y mide entre 130 y 240 por entre 65 y 80
nm. Este virus consta de una sola cadena de ARN. Su envoltura está constituida
por una capa de lípidos cuya superficie contiene cinco proteínas estructurales:
la G (glico proteína) que alterna con proteínas M1 y M2 (proteínas matriz); en
la nucleocápside se encuentran las proteínas N (nucleoproteína), NS
(nucleocápside) y L (transcriptasa). La glicoproteína es el mayor componente
antigénico, responsable de la formación de anticuerpos neutralizantes que son
los que confieren inmunidad. No obstante, es posible que participen otros
mecanismos en la protección contra la enfermedad.
Lyssavirus |
El
virus de la rabia se encuentra difundido en todo el planeta y ataca a
mamíferos, tanto domésticos como salvajes, incluyendo también al ser humano. Se
encuentra en la saliva y en las secreciones de los animales infectados y se
inocula al hombre cuando animales infectados lo atacan y provocan en el hombre
alguna lesión por mordedura. Además el virus puede ser transfundido también
cuando un individuo que tiene algún corte en la piel (vía de entrada del virus)
tiene contacto con las secreciones salivales de un animal infectado.
Sinónimo
Hidrofobia
Vectores
La
rabia es una zoonosis causada por un virus de la familia Rhabdoviridae. Esta
enfermedad afecta a todos los mamíferos ubicados en dos grandes nichos
ecológicos: aéreo (murciélagos) y terrestre (perros, gatos, mangostas, zorros,
hurones, mapaches y lobos).
murciélago transmisor de la rabia |
Los
indicios para saber si un murciélago presenta rabia son:
Cuando
vuelan, suelen chocar unos con otros.
Cuando
salen de día.
Cuando
caen al suelo.
En
general los demás animales presentan una secreción salival abundante, que actúa
como cultivo del virus, y, en etapas avanzadas, sangrado de orificios.
Transmisión
La
rabia se transmite a través de mordedura o contacto directo de mucosas o
heridas con saliva del animal infectado. También se ha documentado su
adquisición a través de trasplante corneal de donante muerto infectado por
rabia y no diagnosticado, por aerosol en cuevas contaminadas con guano de
murciélagos o en personal de laboratorio. Aunque no se ha documentado su
transmisión por mordedura de humano a humano, el virus se ha aislado de la
saliva de pacientes con rabia. Este virus también se ha identificado en sangre,
leche y orina. No se ha documentado transmisión transplacentaria. El virus se
excreta en el animal infectado desde cinco días de las manifestaciones
clínicas, aunque en el modelo experimental este período puede extenderse hasta
14 días antes de la aparición de la enfermedad.
niña con una mordedura en la cara |
El
período de incubación varía desde cinco días a un año, con un promedio de 20
días. Existe alguna evidencia de replicación local del virus en las células
musculares en el sitio de la herida. Sin embargo, es posible que el virus se
disemine al sistema nervioso central sin previa replicación viral, a través de
los axones, hasta el encéfalo, a una velocidad de 3 mm/h (en modelos animales),
con replicación exclusivamente en el tejido neuronal.
La
rabia se manifiesta por un periodo prodrómico que dura de dos a diez días con
signos y síntomas inespecíficos como cansancio, cefalea, fiebre, anorexia,
náusea, vómito y parestesias en el sitio de la herida, seguidas de dificultad
para la deglución, hidrofobia entre el 17% y 50% de los casos, desorientación,
alucinaciones visuales u olfatorias, crisis convulsivas focales o
generalizadas, periodos de excitabilidad y aerofobia. En el 20% de los casos
aproximadamente la rabia puede manifestarse como una parálisis fláccida. Estas
manifestaciones clínicas son seguidas por un período de coma y que tiene como
desenlace el fallecimiento en la gran mayoría de los casos.
Esta
enfermedad, si no se trata con la máxima urgencia, acaba provocando la muerte
del enfermo. No existe en la actualidad tratamiento específico para los
pacientes con rabia. Esta enfermedad se considera generalmente fatal. Solo
existen reportes aislados de sobrevivimiento con medidas de cuidados
intensivos. Cuando una persona se contagia, los síntomas de la enfermedad
pueden tardar entre 60 y 300 días en manifestarse.
La
transmisión solo es posible mediante el contacto directo con un vector portador
o con material biológico procedente del mismo, ya que al tratarse de un virus
con una envoltura lipídica es muy sensible a los factores ambientales (lábil).
Enfermo que padece la rabia |
Epidemiología
La
rabia es un padecimiento de distribución prácticamente universal, a excepción
de Australia, que afecta tanto a animales domésticos como salvajes. En países
menos industrializados, la exposición a animales domésticos (perro y gato)
constituyen la mayor fuente de la rabia humana, a diferencia de países como
Estados Unidos en donde los animales salvajes (incluyendo murciélagos)
constituyen el reservorio de rabia más importante. El virus comienza a
excretarse en el animal infectado a partir de cinco días antes de las
manifestaciones clínicas.
En
México, la rabia humana y canina representan un problema de salud pública. El
Compendio Estadístico de Morbilidad de la SSA reporta una tasa de 0.03/100 000
habitantes, para 1994.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) maneja datos que corroboran que en
algunas regiones aún es un gran problema de salud pública como en algunos
países de Asia y África, en los que causa más de 55.000 muertes al año, de las
cuales la mayoría de las víctimas son personas menores de 15 años de edad. Se
estima que la rabia causa 31.000 muertes al año en Asia, lo que representa el
60% de los fallecimientos por esta causa en el mundo.
Países en el mundo con riesgo medio o alto de padecer la rabia |
En los
últimos años, el número de casos ha aumentado en China y en Vietnam debido al
consumo habitual humano, sin las debidas condiciones higienicosanitarias, de
perros y gatos. Según las últimas estadísticas del año 2007, en China, donde
menos del 10% de los perros están vacunados, 3.380 personas murieron por
rabia.
El
virus se presenta comúnmente en el sistema nervioso o en la saliva del animal
afectado. Generalmente, aunque no siempre, el virus es transmitido debido a una
mordedura. Recientemente, se han presentado datos de contagio por exposiciones
atípicas consistentes básicamente en contagios por manejo de carne y vísceras
de animales infectados en cocinas
Patología
En
muchos casos los animales infectados tienen un comportamiento variable, son
extremadamente violentos y atacan sin provocación aparente.
Rhabdoviridae |
La
patología en la especie humana es la siguiente:
Infección
por herida o mordedura. Antiguamente también se transmitía por operaciones como
el trasplante de córnea.
El
virus tiene una primera multiplicación en las células musculares, de ahí pasa a
las neuronas y finalmente a los ganglios nerviosos.
El
lugar donde la enfermedad se manifiesta más acusadamente es el cerebro
(encefalitis). Sin embargo, el tiempo que tarda en desarrollarse esta etapa es
bastante largo y depende de muchos factores.
Los
virus comienzan a pasar de unas neuronas a otras a través de los contactos
sinápticos, lo que hace que el sistema inmune sea incapaz de detectarlos.
Desde
el cerebro puede viajar, a través de los nervios, a cualquier parte del cuerpo,
provocando una infección sistémica.
Sintomatología
Sintomáticamente,
el enfermo pasa por 4 fases:
Fase de
incubación: Dura entre 1 mes y 3 meses, es asintomática.
Fase
prodrómica: Dura entre 2 y 10 días. Aparecen síntomas inespecíficos.
Fase neurológica: Dura entre 2 y 7 días. Afecta
al cerebro. El paciente puede manifestar
hiperactividad, ansiedad, depresión, delirio, sentimientos de violencia, ganas
de atacar, parálisis, espasmos faríngeos (horror al agua).
Fase de
coma: Dura entre 1 y 10 días. El paciente entra en coma y finalmente muere por
paro cardíaco, o bien por infecciones secundarias.
A
partir de la segunda fase, es mortal en el 99,9% de los casos. La única opción
de tratamiento es suministrar inmunoglobulinas e inyectar una vacuna contra el
virus, lo que solo es eficaz durante la fase de incubación.
Un diagnóstico
seguro es post-mortem. No obstante, se puede diagnosticar por microscopía
gracias a la aparición de los llamados “cuerpos de Negri” en las células.
Diagnóstico
diferencial
Encefalitis
Epilepsia
Malaria
Mielitis
transversa
Poliomielitis
Psicosis
Síndrome
de Guillain-Barre
Tétanos
Tratamiento
En el
tratamiento contra pacientes infectados por el virus Rhabdoviridae consiste
primero en un lavado exhaustivo con abundante agua y jabón y la atención
hospitalaria oportuna. Debe suministrarse una dosis de inmunoglobulina
antirrábica humana (HRIG) además de cuatro dosis de vacuna antirrábica
administradas dos semanas después. Si se presenta una herida, la dosis completa
de inmunoglobulina antirrábica humana debe aplicarse, si es posible, en la
herida. La primera dosis de la vacuna se administra al mismo tiempo, y el resto
de las inyecciones se administran en los días 3, 7 y 14 después de la inyección
inicial. Las personas que tienen sistemas inmunológicos debilitados pueden
requerir una quinta dosis de la vacuna.
Una
persona que ha sido vacunada contra la rabia y ha sido expuesta al virus de la
rabia debe recibir dos dosis de vacuna de refuerzo tres días después de haber
estado expuesta. Estas personas no necesitan una inyección de inmunoglobulina
antirrábica humana.
Respecto
a la sutura de la herida ésta debe evitarse porque el virus Rhabdoviridae es
anaeróbico y el cierre de la misma favorecería su multiplicación. La herida se
cierra si afecta el funcionamiento del órgano comprometido, si es demasiado extensa
(se sutura con catgut 2-0 haciendo puntos simples separados entre 1 y 2 cm) o
si afecta zonas como cara, genitales o pliegues.
En lo
que tiene que ver son la aplicación del toxoide antitetánico, no está
demostrada su eficacia.
Si el
paciente presenta algún tipo de síntoma neurológico debe inducirse un coma, a
la espera de la respuesta del sistema inmune innato y la activación de la
inmunidad adaptativa mediada por los linfocitos T1. Ha de precisarse que en
cualquiera de los casos se puede presentar muerte por paro cardiorrespiratorio
de origen central.
Vacunando a un perrro |
Medidas de prevención post-exposición
La
vacuna antirrábica para humanos es elaborada sobre la base de cerebro de ratón
lactante[cita requerida], la cual se aplica en dosis de 2ml. por vía subcutánea
y periumbilical. En pacientes gestantes se aplica en región interescapular o
deltoidea. El tratamiento es de diez dosis, en un esquema de 7 dosis en serie,
seguido de 3 refuerzos: al décimo, vigésimo y sexagésimo día contados a partir
de la última vacuna de la serie.
1. Aseo
local de la herida con agua y jabón; posteriormente se puede emplear cloruro de
benzalconio al 1%, soluciones yodadas al 5% o alcohol del 40 al 70%.
2. La
sutura de la herida debe diferirse; en caso contrario, deberá infiltrarse la
herida con gammaglobulina humana antirrábica o suero.
3. La
administración de antibióticos y toxoide tetánico debe valorarse en cada caso
particular.
4.
Inmunoprofilaxia. Suero hiperinmune o gammaglobulina y vacuna antirrábica.
El
tratamiento post exposición contempla la aplicación de la vacuna antirrábica
solamente (esquema reducido 10 dosis) o aplicación de vacuna antirrábica +
suero antirrábico (esquema clásico 14 dosis más suero) y dicho esquema depende
del tipo de exposición y de la condición del animal agresor.Actualmente se ha aprobado el esquema de 5 dosis los días 0, 3, 7, 14 y 28 post exposición. Si tiene niños en casa hay que cuidarlos de animales que tengan esta enfermedad.
Precauciones en la aplicación de la
inmunoglobulina
1. No
se debe exceder la dosis indicada por su posible interferencia con la
producción de anticuerpos inducidos por vacuna.
2. No
debe aplicarse en el mismo sitio que la vacuna, ni reutilizar la jeringa.
3. No
se recomienda en individuos previamente inmunizados con vacuna de células
diploides.
Tanto
el suero como la gammaglobulina proporcionan una protección inmediata, con
duración de aproximadamente 21 días.
Tipos de vacuna
1.
Vacuna de cerebro de ratón lactante tipo Fuenzalida. Fue introducida en 1956.,
Se prepara a partir de cultivo de virus de la rabia inactivados con luz
ultravioleta en cerebro de ratones recién nacidos. Es muy inmunogénica. Se
recomienda una dosis diaria durante 14 días de 0.5 ml en niños menores de tres
años y 1.0 ml para adultos, por vía subcutánea, en la región periumbilical o
interescapulovertebral. En caso de heridas extensas se recomienda continuar la
vacunación hasta por 21 días. Las reacciones secundarias generalmente son
locales, como dolor, eritema e induración en el sitio de la aplicación, que se presentan
hasta en el 20% de los casos y generalmente al final de la inmunización.
Se
calcula que 1 por cada 8000 receptores de vacuna, pueden presentar alguna
complicación neurológica como encefalitis, mielitis transversa, neuropatía
periférica y neuritis. Las complicaciones están en relación directa con el
número de dosis de vacuna y la edad del paciente. En caso de presentarse
cualquiera de estas reacciones adversas debe suspenderse este tipo de vacuna y
continuar con la de células diploides con el esquema señalado en el cuadro 13.
Se
pueden utilizar esteroides en el manejo de las reacciones severas, que pongan
en peligro la vida del paciente.
2.
Vacuna de embrión de pato. Se obtiene a partir de cultivo de virus de la rabia
en embriones de pato inactivados con beta-propionolactona; aunque produce menos
reacciones adversas que la vacuna de cerebro de ratón es menos inmunogénica,
por lo que se dejó de utilizar desde 1982.
Las
complicaciones neurológicas asociadas a la vacuna se han correlacionado a la
inadecuada inactivación del virus y en las vacunas iniciales a la presencia de
tejido neuronal.
3.
Vacunas de células diploides humanas (VCDH). Son desarrolladas en células
diploides humanas; existen dos tipos de éstas: la WI-38 inactivada en
tri-n-butil-fosfato86 y la MRC-5 inactivada en propionolactona y desarrollada
en fibroblastos humanos. Otras vacunas de virus inactivados, han sido
desarrolladas en células diploides pulmonares de feto de mono Rhesus adsorbidas
(VRA). A partir de 1976 estas vacunas han sido utilizadas en humanos para
profilaxis de rabia pre y post-exposición en todo el mundo.
Inducción
al coma
Se ha
reportado en el mundo un caso (el de la paciente Jeanna Giese) de supervivencia
a la rabia. Ocurrió después de que se indujera al paciente a un estado de coma.
Mediante este proceso, los médicos fueron capaces de curar la enfermedad en ese
caso particular.
El 10
de abril de 2008 en Cali, Colombia, un diario local reportó que un niño de 11
años podría haberse recuperado después de un tratamiento de inducción al coma. Este niño se habría infectado el 15 de febrero
de 2008 cuando varios niños fueron mordidos por un gato al maltratarlo e
intentarlo matar, en Santander de Quilichao, un poblado cercano a Cali. Sin
embargo no fue posible aislar el virus de la rabia de muestras de saliva,
cabello y líquido cefaloraquídeo pertenecientes al niño superviviente que
fueron enviadas al Instituto Pasteur en Brasil y al Instituto Nacional de Salud
en Bogotá, por lo que algunos creen que nunca padeció la enfermedad.
Cuando un perro saca espuma y bab por la boca es sospechoso de padecer la rabia |
Control del animal sospechoso
1. El
animal (perro o gato) debe ser capturado y mantenido en observación por un
médico veterinario durante los siguientes diez días.
2. En
caso de que el animal sea sacrificado debe tenerse especial cuidado con la preservación
adecuada del cerebro, con la finalidad de poder establecer el diagnóstico
definitivo de rabia.
El perro y la rabia
Los
perros son una de las especies que transmiten el virus a los humanos.
Perro que padece la enfermedad |
La
rabia urbana se presenta mayoritariamente en zonas cuya densidad poblacional
canina es alta; por ello, la forma de prevención más eficaz para detener el
ciclo de transmisión vírica son las campañas masivas de vacunación, de este
modo se consigue la disminución de perros susceptibles a la enfermedad. Otra medida
que se debería de tomar en cuenta es la esterilización de las mascotas para
disminuir la población canina callejera. Los murciélagos son los principales
transmisores de la rabia silvestre, siendo más difícil su control.
Otros
enlaces de interés:
Publicado en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Rabia
Santa Quiteria protectora contra la rabia.
Tradicionalmente
se le han atribuido milagros de sanación relacionados con el mal de la rabia,
creencia que la leyenda atribuye al hecho de que los perros siempre se calmaran
en presencia de Quiteria.
Santa Quiteria se celebra el 22 de mayo, el mismo que Santa Rita de Cassia |
El 28
de septiembre se celebra el día mundial contra la rabia.
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