Publicado en www.alergiainfantillafe.org
Los himenópteros son un grupo de estos insectos que aparecen bajo 3 formas diferentes: por un lado están los Formicidos, conocidos como hormigas y por otro, dos grupos alados como son los Véspidos (avispas) y Apidos (abejas).
Los himenópteros son un grupo de estos insectos que aparecen bajo 3 formas diferentes: por un lado están los Formicidos, conocidos como hormigas y por otro, dos grupos alados como son los Véspidos (avispas) y Apidos (abejas).
Formicidos (Hormigas)
La carencia de alas, junto con un instinto de defensa bajo
hace que sea raro que una hormiga inyecte veneno. Los mecanismos principales de
defensa no son en este grupo, por tanto, la picadura, sino que se basan
principalmente en la mordedura y el uso de agentes irritantes al contacto.
Hormiga roja
Himenópteros alados
Como ya se ha dicho,
dentro de este grupo se pueden distinguir los Véspidos (carnívoros,
especialmente en la nutrición de sus larvas), mientras que los Apidos optan por
el vegetarianismo, aprovechando el néctar y el polen de las flores.
Morfológicamente es fácil diferenciarlas porque la abeja
está cubierta por una abundante pilosidad de la cual carecen las avispas ya que
estas no se dedican al transporte de polen. Además, el aguijón de estas últimas
es liso, con lo que un mismo individuo puede picar varias veces, cosa que no
ocurre en el caso de las abejas cuyo aguijón, al ser aserrado, permanece en el
punto de picadura una vez clavado.
Véspidos
Se pueden distinguir en él 3 subgrupos:
Avispas no sociales excavadoras:
Sus nidos se encuentran en el suelo.
Avispas alfareras:
Construyen sus nidos con barro en muros y roquedos soleados
aunque también en árboles y arbustos.
Avispas sociales
Sus nidos son aéreos, con celdillas hexagonales, y
construidos a base de celulosa. Siempre son colonias estacionales y no suelen
reutilizar los nidos por lo que no resulta una medida muy útil destruir los que
ya se han abandonado. Son los que más nos interesan desde el punto de vista
alérgico y los 3 géneros más abundantes son:
Genero Vespa:
También conocidos como avispones. Tienen un tamaño mayor a
la media y la tendencia a morder es mayor que la de picar.
Género Véspula:
Los nidos pueden ser tanto aéreos como situarse en huecos o
en el suelo. Morfológicamente se diferencia del grupo siguiente porque el
abdomen sólo se aguza por el extremo caudal, mientras que el extremo cefálico
es recto.
Género Polistes:
Sus nidos siempre son aéreos. Es la especie de avispa más
frecuente en nuestro entorno y se distingue del género anterior porque su
abdomen está aguzado por los dos extremos, de forma parecida a un ojal.
Apidos
Se pueden distinguir 3 subgrupos:
Abejas solitarias:
Las posibilidades de picadura son muy bajas debido a un
escaso instinto defensivo.
Abejorros:
Sus colonias son estacionales. Uno de los más abundantes lo
constituye el género Bombus, cuyos nidos suelen estar en tierra, frecuentemente
aprovechando ratoneras abandonadas. Estos ápidos son más grandes que las
abejas.
Abeja de la miel:
Se trata de la especie Apis Mellifera y es el himenóptero
más frecuente en nuestro entorno debido a su aprovechamiento como productor de
sustancias útiles (miel, polen, etc) y polinizador de cultivos (frutales,
invernaderos, etc). El nido suele estar contenido en una estructura llamada
colmena, la cual es defendida fuertemente. Los nidos silvestres están ubicados
en huecos y son cada vez más escasos debido al uso de pesticidas y por la
aparición de enfermedades que destruyen la colonia.
Las posibilidades de ser picado descienden notablemente
cuando se está cerca de un enjambre colgado de un árbol respecto a cuando ese
enjambre ocupa una colmena o un hueco natural y se instala en él.
Himenópteros y salud
Introducción
Se puede afirmar que las reacciones alérgicas a picaduras de
insectos son tan antiguas como la vida misma. De hecho, en los jeroglíficos de
la tumba del faraón Menes queda reflejada su muerte debida a la picadura de una
avispa. En la actualidad, las reacciones alérgicas causadas por picaduras de
avispas, abejas e incluso por determinadas hormigas, siguen siendo un serio
problema médico.
Epidemiología
La prevalencia de sensibilización a veneno de himenópteros
varía entre el 15-25% de la población general, aunque en grupos especialmente
expuestos, como los apicultores, esta puede ascender hasta el 36%.
Aproximadamente en el 30-40% de los individuos que han sufrido una picadura, se
detecta una sensibilización, que puede desaparecer espontáneamente hasta en la mitad
de los casos, en un periodo de tiempo comprendido entre 2-3 años.
La mortalidad achacable a este tipo de alergia no es bien
conocida existiendo importantes diferencias entre los distintos países (1 caso
al año en Dinamarca frente a 40 casos al año en USA, pasando por 16-38 casos al
año en Francia). Muy probablemente, la mortalidad por estas picaduras es mayor
de lo que se piensa pues un tanto por ciento importante de casos de muerte
súbita de causa no conocida parecen deberse a este motivo. En España carecemos
de datos al respecto hasta la fecha.
La prevalencia de reacciones generalizadas (en todo el
cuerpo) entre la población general oscila entre un 0,8 y un 3,9%. Nuevamente,
entre apicultores, esta tasa asciende a un 3,3 - 42% existiendo una correlación
inversa entre el número de picaduras al año y la probabilidad de sufrir una
reacción sistémica de tal forma de que cuantas más picaduras sufren, menos
probabilidad. Según estos datos, se calcula que sólo entre el 5-15% de
pacientes sensibles a veneno de himenópteros padecerán una reacciones
genralizada.
En cuanto a las reacciones locales (hinchazón,
enrojecimiento y picor en el punto de picadura), se estima una frecuencia de
entre el 3,1-17%. No obstante, entre el 20-50% de este tipo de reacciones son
debidas a un mecanismo tóxico.
Diagnóstico
El diagnóstico de alergia a veneno de himenópteros se basa
en una cuidadosa historia clínica que permita, ante todo, clasificar el tipo de
reacción (local o sistémica), y la identificación del insecto (en función de
las características del mismo y la presencia o no de aguijón). Posteriormente,
el diagnóstico se confirma con la realización de pruebas cutáneas y la
determinación de IgE específica en sangre al igual que en el resto de procesos
alérgicos.
Tratamiento
Normas generales
Los pacientes alérgicos a veneno de himenópteros deben
adoptar una serie de precauciones:
Tratamiento sintomático
En las reacciones locales leve-moderadas se deben aplicar
medidas locales como hielo o compresas frías y posteriormente alguna crema de
corticoide. En las reacciones locales severas, además de lo anterior, suele ser
necesario administrar un antihistamínico oral y en determinados casos, incluso
también un corticoide oral. Las reacciones generalizadas han de ser tratadas como
cualquier anafilaxia de otra causa, con adrenalina subcutánea. Además, es
conveniente administrar un corticoide y un antihistamínico oral para prevenir
la reacción tardía.
Tratamiento específico
La Inmunoterapia con veneno de himenópteros se viene utilizando
desde hacer más de 20 años en todo el mundo con un alto índice de protección
(90-95% de pacientes que han sufrido reacciones generalizadas no vuelven a
padecerlas tras seguir esta modalidad de tratamiento).
Suele emplearse en pacientes adultos con pruebas
diagnósticas positivas que hayan presentado reacciones genralizadas así como
niños cuya reacción generalizada no sea exclusivamente cutánea sino que también
implique algún otro órgano (aparato respiratorio, circulatorio, digestivo,
etc). En único método válido para comprobar la eficacia de la Inmunoterapia con
veneno de himenópteros es la repicadura espontánea o provocada.
Aunque no existe acuerdo general sobre cuando parar este
tratamiento, se admite que se debe mantener, como mínimo, entre 3-5 años,
siendo aconsejable disponer de alguna constancia de la eficacia de la misma,
sobre todo a través de una repicadura, bien espontánea o bien provocada, bien
tolerada.
Publicado en www.alergiainfantillafe.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario