La ingestión del antibiótico rifampin afecta a la flora microbiana intestinal de las termitas, reduciendo el número de simbiontes en ellas, que les son necesarios para realizar determinadas funciones, impidiendo el crecimiento y desarrollo de la colonia. Un estudio de la Northeastern University de Boston (EEUU) investiga la posibilidad de aplicar este descubrimiento para idear nuevas tecnologias para el control de termitas y otros insectos sociales.
Pruebas realizadas con dos especies de termitas, Zootermopsis angusticollis yReticulitermes flavipes, mostraron que la interrupción de las interacciones termita-simbiontes a través del uso de antibióticos afecta a la longevidad, la fecundidad, el peso y el buen estado físico de estos insectos.
La ingestión del antibiótico rifampin disminuye la cantidad de simbiontes, pequeños organismos unicelulares que viven en el intestino de las termitas y que les son necesarios para realizar funciones como la digestión de la celulosa o, al parecer, la reproducción.
Termitas, Scott Bauer, USDA Agricultural Research Service, Bugwood.org |
En el estudio, liderado por Rebeca B. Rosengaus y publicado en la revistaApplied and Environmental Microbiology, se administró el antibiótico rifampin a un grupo experimental de termitas reproductoras hembras y machos.
El tratamiento antibiótico produjo una reducción permanente de la diversidad microbiana intestinal de las termitas y se detectó una mortalidad más alta entre aquellas reproductoras tratadas frente a otras termitas similares pero que no habian ingerido los antibióticos.
El tratamiento redujo, asimismo, la tasa de oviposición en las termitas reproductoras que sobrevivieron a los antibióticos, lo que se traduce en un retraso en el crecimiento de las colonias y una reducción del bienestar del estado físico de la colonia.
En el estudio, los investigadores especulan que la administración de rifampin reduce la fertilidad y la longevidad de las termitas mediante la interrupción de las asociaciones mutualistas de bacterias dentro de los anfitriones.
"Dada la larga historia de coevolución entre los simbiontes intestinales y las termitas, es probable que estos insectos sociales obtengan beneficios de los simbiontes más allá de la degradación de la celulosa. En otros insectos, los simbiontes intestinales son conocidos por ayudar en la desintoxicación, la función inmune o las sececiones defensivas", afirma Rosengaus.
Según la investigadora, además de la posibilidad de tener un mayor conocimiento de las interacciones huésped-simbionte en el caso de las termitas, la investigación abre la posibilidad de desarrollar nuevas y eficaces tecnologias para el control de termitas y otras plagas de insectos sociales, como posibles alternativas a pesticidas tóxicos.
Fuente: ScienceDaily
Publicado en Higiene Ambiental
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