Preocupación
en la comunidad científica por las preocupantes resistencias a los insecticidas
y a los medicamentos de la malaria. Las soluciones encontradas por los
especialistas para reducir la sobreexposición de los mosquitos a las moléculas
de los productos de desinsectación, y de los parásitos a las moléculas
curativas, tropiezan principalmente con cuestiones económicas.
planta de donde se extrae la artemisina |
Actualmente
la lucha contra la malaria debe enfrentarse a 2 escollos importantes: la
creciente resistencia de los mosquitos a los insecticidas por un lado, y por el
otro la emergencia creada por la aparición de una resistencia del parásito a
los tratamientos actuales.
Dr. Eric Ochomo |
"Vigilamos la evolución de la resistencia de
los mosquitos Anopheles a los piretroides, última generación de insecticida
eficaz (con la que, en particular, se tratan las mosquiteras distribuidas a las
familias”, explica el Dr. Eric Ochomo, del centro público de investigación
médica de Kisumu (Kenia), miembro de los CDC americanos. En la frontera con
Uganda, entre el 30 y el 40 % de los mosquitos han desarrollado una resistencia
observada en laboratorio. “A pesar de todo, las mosquiteras siguen siendo
eficaces de momento, pero no tenemos ningún insecticida nuevo en el punto de
mira. La única solución es juntarlo con otras moléculas para reducir la
resistencia”, añade Eric Ochomo. Lo falta ahora es encontrar y validar un
cóctel que sea eficaz.
mosquito causante de la malaria |
Ensayos
rápidos todavía son demasiado caros.
Al
mismo tiempo que esto ocurre, los médicos temen ver aparecer en África una
resistencia a la artemisinina, principal molécula utilizada hoy en día como
tratamiento de 1ª línea contra la malaria. Dicha resistencia apareció estos
últimos años en el sureste de Asia. “De momento, no vemos nada en Kenia, pero
sabemos por experiencia que las resistencias asiáticas preceden sólo unos 10
años a las resistencias africanas. No vienen de Asia pero aparecen por las
mismas razones”. Es decir, una sobreexposición de los parásitos a los
medicamentos y una mala monitorización de los tratamientos, favorecen la
supervivencia de los más resistentes.
Ya se
han tomado medidas para demorar el plazo. “Cuando empecé a trabajar, se recomendaba
dar antipalúdicos a título preventivo si aparecía las más mínima fiebre”,
recuerda Zul Premji, profesor de parasitología en el hospital universitario Aga
Khan de Nairobi. “Ahora, tratamos de establecer un diagnóstico seguro antes de
dar el medicamento, para limitar la exposición del parásito a dicha molécula”.
Zul Premji, profesor de parasitología |
El
único problema con este método de tratamiento es que los ensayos rápidos son
todavía demasiados caros (de hecho, más que el propio tratamiento) y no lo
suficientemente eficaces. En cuanto a los ensayos clásicos, empezando por la
búsqueda de presencia de parásitos en la sangre, se requieren muchos técnicos
y/o material para realizarlos, con el problema añadido de que son difíciles de
establecer en las zonas lejanas. Justo allí donde la malaria está más presente.
Farmacias
innumerables e incontrolables.
Otro
problema añadido a todo lo anterior es conseguir que los enfermos no suspendan
el tratamiento, con el fin de evitar la emergencia de dichas resistencias. “Los
medicamentos han evolucionado mucho en términos de gusto, lo que facilita la
toma, y el número de comprimidos ha sido reducido de forma significativa, pero
son todavía demasiados los pacientes que interrumpen el tratamiento cuando
están curados para ahorrar comprimidos”, lamenta Linus Igwemezie, director de
la Novartis Malaria Iniciative, una colaboración entre la OMS y el laboratorio
que tiene como misión la difusión a precio de coste del Coartem (una mezcla de
artemisinina y de lumetranfina) principalmente en Kenia. “Tenemos exactamente
el mismo problema en los países occidentales con los antibióticos” añade.
Coartem 80/480 |
A todo
esto hay que añadir el tráficos ilegal de falsos medicamentos, subdosificados y
poco eficaces (cuando no, tóxicos), que inundan el mercado keniata (cerca de un
40% de los antipalúdicos disponibles según algunas estimaciones). Las farmacias
ilegales son innumerables e incontrolables. Lo mismo venden falsos medicamentos
como píldoras por unidades que compran los más desfavorecidos, entrando así en
el juego del parásito, que se beneficia de condiciones ideales para desarrollar
sus resistencias.
Existen
numerosas moléculas en fase de ensayo para sustituir la arteminisina, pero
ninguna estará disponible antes de 2018. La carrera contra la malaria ya ha
comenzado.
Publicado
en ANECPLA, el 19 de noviembre de 2015
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