La
procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) ha iniciado hace ya unas
semanas, con algo de antelación respecto a otros años, su descenso de los
árboles para enterrarse y formar las crisálidas. Las orugas se convierten en
este período en un peligro potencial para los ciudadanos y animales domésticos
que entren en contacto con ellas, debido a los pelos urticantes que desprenden.
Procesionaria del pino. Foto publicada en http://turismograzalema.com/blog/la-procesionaria-del-pino-y-su-ciclo-vital/ |
La
procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es un insecto lepidóptero
defoliador, que además de ocasionar daños de consideración en pinos y cedros,
puede provocar urticaria, lesiones y trastornos alérgicos graves en personas y
animales. Es una plaga conocida, que se identifica fácilmente por la presencia
de bolsas blancas en las ramas de los árboles, la falta de hojas alrededor de
los mismos y, en la primavera, por las procesiones de orugas que descienden por
el tronco y se desplazan por el suelo para enterrarse.
Probablemente
por razones climáticas, el ciclo de la procesionaria parece estar sufriendo
modificaciones y este año las orugas han iniciado ya en enero su descenso en
diversas zonas de España, como en Barcelona, donde la afectación en determinados
parques es ya muy notable. Con las temperaturas suaves en diciembre y enero los
niveles de procesionaria han ido en aumento en algunos distritos de la ciudad,
como Horta-Guinardó, Nou Barris y Sant Martí respecto al año pasado, mientras
que en otros se mantiene igual o ha descendido.
El
aumento o la disminución de la población de procesionaria depende de muchas
variables, por ejemplo las lluvias dificultan la reproducción de las mariposas
en verano, ya que los adultos sólo viven un par de días. Si las lluvias son muy
intensas también pueden afectar a los primeros estadios larvarios y, si son muy
abundantes, pueden reducir la viabilidad de las crisálidas enterradas. Por el
contrario la falta de frío en los primeros estadios larvarios, a principios del
otoño cuando las orugas son más sensibles al frío, evita su mortalidad.
El
incremento en las temperaturas parece ser también el motivo de que la
procesionaria esté produciendo afectaciones en zonas a más altitud y latitud
que en años anteriores
Ciclo
biológico de Thaumetopoea pityocampa
Al cabo
de unas cinco semanas nacen las orugas, que viven de forma gregaria.
Inicialmente se desplazan de un lugar a otro del árbol provocando fuertes
defoliaciones y cuando llega el frío construyen los nidos, de pelos sedosos de
color blanco, en las partes más soleadas del árbol, de donde salen para
alimentarse.
En los
meses de febrero y marzo, bajan de los árboles formando las características
procesiones, buscando un lugar adecuado para enterrarse y convertirse en
crisálida. No todas las mariposas nacen el primer año, sino que una parte
importante lo hace a los dos o tres años y, algunas pocas, en años sucesivos.
Control
de Thaumetopoea pityocampa
La
procesionaria tiene algunos enemigos naturales como algunas aves insectívoras,
hormigas, murciélagos o ciertos parásitos. No obstante, para controlar esta
plaga en bosques y zonas urbanizadas son necesarias intervenciones humanas. De
este modo se busca evitar su efecto negativo sobre los árboles, en los que la
plaga provoca una disminución de capacidad de crecimiento, debilidad,
predisposición al ataque de insectos perforadores o incluso la muerte en el
caso de árboles jóvenes, así como la elevada peligrosidad para personas y
animales de los pelos urticantes que desprenden las orugas.
Balín insecticida; https://procesionaria.com/shop/ |
La
lucha mecánica contra la procesionaria incluye la retirada y destrucción de los
nidos. Las bolsas de difícil acceso pueden también destruirse mediante disparos
localizados. También, durante la época en que las orugas descienden de los
árboles, es posible colocar unos anillos que rodean el tronco del pino o cedro
y las capturan, evitando que lleguen al suelo.
collar anti-orugas Greentrap |
En
grupos reducidos de árboles es posible realizar tratamientos preventivos con
fitosanitarios insecticidas inyectados en el tronco, que se difunde por el
árbol y lo protege de las orugas.
Cuando
el tratamiento preventivo no es posible, la aplicación de tratamientos
correctivos con insecticidas por nebulización permite controlar las poblaciones
de orugas. En el caso de Barcelona, la aplicación se realizó el pasado otoño
con el insecticida biológico a base de esporas de la bacteria Bacillus
thuringiensis, que produce la muerte de las orugas por ingestión.
Pulverización de los bolsones contra procesionaria. Foto tomada de https://www.diariosur.es/malaga-capital/201503/16/guerra-biologica-procesionaria-20150315224607.html |
Finalmente,
también favorece el control de Thaumetopoea pityocampa la colocación de cajas
nido para proteger a las aves insectívoras, depredadoras naturales de las
orugas.
Fuente:
http://agricultura.gencat.cat/ y https://beteve.cat/
Publicado
en Higiene Ambiental, el viernes 15 de febrero de 2019
https://higieneambiental.com/control-de-plagas/la-procesionaria-del-pino-ha-adelantado-este-ano-su-descenso-de-los-arboles
Las imágenes las he obtenido tras varias búsquedas en Google Imágenes. Agradezco a sus autores por haberlas compartido en la red.
Las imágenes las he obtenido tras varias búsquedas en Google Imágenes. Agradezco a sus autores por haberlas compartido en la red.
Interesante post me gusto por que en unos días empiezo esta fp educación y control ambiental, y espero tener el titulo de monitor de educación ambiental.
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