viernes, 12 de octubre de 2018

Las plagas estivales de ratas amargan a las comarcas de Tarragona

La capital del Tarragonés y localidades cercanas acumulan numerosas quejas de vecinos sobre la proliferación de roedores.

Las ratas forman parte del ecosistema urbano habitual, habitan sobre todo las alcantarillas y edificios abandonados y han sido las protagonistas de la actualidad de las comarcas de Tarragona este verano. Las anécdotas y quejas ciudadanas han salpicado las conversaciones cotidianas y los medios locales. Las apariciones esporádicas de estos roedores en calles céntricas de núcleos urbanos, playas y parques han provocado la estupefacción de los vecinos, poco acostumbrados a que estos animales se aventuren a recorrer la vía pública de día.

imagen publicada en la fuente


Este es el caso de Alex, que la semana pasada pasaba por el cruce de las calles Francesc Macià y Vidal i Barraquer de Tarragona, pasadas las cuatro de la tarde. “Vi a la rata quieta en la esquina, sin moverse, y me llevé un susto mayúsculo”, explica. Al comprobar que el roedor estaba vivo pero que no se movía aprovechó para tomar una fotografía y difundirla por las redes sociales.

Este mes de septiembre, Raquel también se topó con una rata en Tarragona, hacia las 19h. Se encontraba con su pareja y su hija pequeña, en el parque del centro de la plaza Imperial Tarraco, cuando vieron un roedor que cruzaba el área verde a gran velocidad. “Nos quedamos completamente parados y no tuvimos tiempo ni de tomar una fotografía”, comenta. Decidieron abandonar el parque, al que no han vuelto. “Estamos casi acostumbrados a las cucarachas, ya las hemos normalizado, pero nunca habíamos visto una rata por el centro a media tarde”, añade.

Los testimonios de Alex y Raquel se suman a los de numerosos tarraconenses que en las últimas semanas se han encontrado con más ejemplares . El fenómeno es más habitual de lo que pueda parecer y aumenta durante los meses de verano. El tratamiento antiproliferación y el control de la evolución de roedores y otras plagas es una responsabilidad que recae en los gobiernos municipales, como confirma el departamento de Salut de la Generalitat de Catalunya.

El consistorio tarraconense considera que este 2018 no se ha detectado un incremento importante de cucarachas y ratas respeto a años anteriores. Es más, defiende que la cifra se ha reducido respeto a años anteriores. En concreto, el Ayuntamiento detalla que, durante este año, se han recibido un promedio de dos avisos por semana a causa de plagas, aunque fuentes municipales precisan que la mayoría de alertas “se han producido en zonas poco urbanizadas o en viviendas próximas a solares abandonados”.
El gobierno local también apunta que una parte de los avisos de este año son debidos a los tratamientos que la empresa municipal Ematsa aplica en las alcantarillas que han sido “más agresivos que otros años y, por tanto, se han demostrado más efectivos. Esto provoca que salgan más cucarachas y ratas del alcantarillado por efecto huida, pero como ya está previsto que ocurra y se intensifica el control para eliminarlas después del tratamiento”.

El Ayuntamiento de Tarragona insiste en destacar la efectividad de su sistema. “No ha sido un año malo comparado con otras ciudades que han sufrido mucha presencia de cucarachas y

ratas”, detalla la concejal responsable de Limpieza del Ayuntamiento de Tarragona, Ivana Martínez. “El motivo es que en los últimos años se ha pasado de aplicar medidas correctivas a preventivas que se realizan durante todo el año y se intensifican durante los meses de verano”, indica. “Este cambio de sistema ha permitido rebajar el número de quejas ciudadanas”, añade.

Por su parte, la Diputació de Tarragona anunció el pasado mes de agosto una partida de 529.960 euros para 154 municipios del Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre que se destina a ayudas directas a la lucha contra la proliferación de ratas, palomas, roedores y cucarachas en zonas urbanas, entre otras actuaciones.

Este agosto, además, una avería fortuita visibilizó la aparición de ratas en Tarragona. A medianos de mes, en plena temporada alta, tuvo que cerrarse al baño parte de la Platja del Miracle de la ciudad, que se llenó de restos de basura, compresas, pañales y cadáveres de ratas a causa de la rotura de una tubería del alcantarillado. No ha sido el único caso, ya que a capital del Tarragonès también ha recogido denuncias por presencia de ratas en la Part Alta, el barrio de Bonavista –con imágenes que se hicieron virales– y en otras zonas como el barrio del Port. Las redes sociales han recogido el testimonio de varios vecinos.

A parte de Tarragona, otras localidades del Baix Penedès también han sufrido la aparición de ratas. Durante el mes de agosto, Calafell fue noticia a causa de un foco de roedores en dos viviendas que son propiedad de una entidad bancaria y que están ubicadas cerca de la playa.

En ese momento, el alcalde de la localidad, Ramon Ferré, ya apuntó que la presencia de roedores en la zona próxima a calles concurridas como la de Sant Pere es una “problemática” que el año pasado ya se constató. El consistorio tiene detectado un foco ubicado principalmente en los sanitarios de la playa, junto a la Cofradía de Pescadores. También aseguró que en los últimos meses se han limpiado las tuberías con agua a presión y se ha renovado la red subterránea de evacuación de los aseos para erradicar la plaga.

Aún así, apunta que el incivismo de muchos ciudadanos a la hora de tirar las basuras, unido con el calor del verano, no ayuda a mantener a las ratas alejadas. “Este año hemos detectado un mayor número de ciudadanos que no han cumplido con los horarios marcados para tirar los desperdicios”, confirman fuentes municipales, que también apuntan que son muchos los residentes de fin de semana y vacaciones que en su tiempo de ocio “a veces se relajan con las normas”. “Esto nos obliga a tomar medidas”, añaden.

Los roedores también han dado que hablar en el municipio de Sant Jaume dels Domenys, donde se han detectado episodios de plagas este mes de septiembre. “Tenemos un problema que resolver, pero lo estamos atacando”, admite el alcalde de la población, Magí Pallarés. Especifica que el Consistorio ha firmado un contrato de dos años con una nueva empresa para terminar con las ratas y está construyendo plataformas de hormigón en las zonas de contenedores para evitar el paso de los animales. Como su homólogo de Calafell, advierte que “no ayuda que no se respeten los horarios de tirar las basuras, especialmente en verano”.

La salida al mar ayuda a visibilizar los episodios de ratas que, en otras localidades, que quizá no tienen un desagüe tan perceptible a simple vista. Así lo apuntan desde Cambrils (Baix Camp), otra de las localidades que en las últimas semanas también ha vivido su propio capítulo relacionado con roedores. Igualmente ha sucedido en Vilafortuny, donde se impidió el bañó de manera puntual durante el mes de agosto a causa de la aparición de cadáveres de roedores.

En este caso, tal como apunta el Consistorio, la causa probable fue la tormenta que, horas antes, “aumentó el cabal de agua de las alcantarillas y provocó el ahogamiento de las ratas y su posterior salida hacia la playa”, según fuentes municipales. Apuntan que en el municipio está activo un estricto plan de control de plagas en las alcantarillas, pero que la presencia de siete arroyos en la localidad “obliga a tener un mayor control, ya que es una situación compleja”.


En la empresa donde trabajé casi treinta años hicimos dos campañas de desratización del término de Tarragona. Una primera que solo duró tres meses en 1987 y una segunda que duraría un año, 1988.

Han pasado muchos años y los protocolos de desratización han cambiado, pero la problemática de esta ciudad supongo en gran medida continúa.
Existen dentro del casco antiguo de Tarragona muchas ruinas romanas y de otras épocas en solares a veces abandonados, o dicho de otra manera poco cuidados, donde prolifera mucho la vegetación y donde se puede observar la dejadez de muchos vecinos que arrojan basura y otros residuos. En ocasiones existen antiguos saneamientos rotos, lo que supone una salida de la red de alcantarillado, utilizado por las ratas.



También hay muchas barriadas separadas del centro histórico, aisladas entre sí, dentro de zonas industriales y de campo. En algunas zonas existían huertos descontrolados. Pocas poblaciones disponen de tantas barriadas, por mencionar Riu Clar, urbanización ICOMAR, Torreforta, Camp Clar, Bonavista, La Canonja, Sant Pere i Sant Pau, Sant Salvador, Bosques de Tarragona, llegando a Ferran y Tamarit.



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