sábado, 18 de julio de 2015

El parásito de la malaria atrae a los mosquitos

El parásito Plasmodium falciparum, responsable de más de 250 millones de casos anuales de malaria en el mundo, es capaz de atraer a los mosquitos Anopheles spp, que le sirven de vector, produciendo olores similares a los que emanan las plantas. Asimismo, los humanos infectados por el parásito resultan más atractivos para los mosquitos de este género.

Plasmodium falciparum


Parásitos y mosquitos se comunican por olores

La malaria se mantiene como una de las mayores cargas para la salud humana a nivel global, con más de 250 millones de casos anuales y casi 1 millón de muertes. Una sola especie de protozoo, Plasmodium falciparum, es responsable de los casos más graves y mortales de esta enfermedad.

Plasmodium falciparum se transmite a través de las picaduras de mosquitos del género Anopheles. Las hembras de Anopheles spp. escogen a sus huéspedes mamíferos siguiendo señales químicas, como el dióxido de carbono, y estudios recientes muestran que entre estos huéspedes, los infectados con Plasmodium falciparum resultan más atractivos para los mosquitos.

Un estudio realizado en la Washington University School of Medicine de EEUU, profundiza en este hecho y analiza la relación, a nivel de señales químicas, entre el parásito y los mosquitos, como un posible camino para bloquear el ciclo de transmisión de la malaria.

Anopheles (Cellia) gambiae Giles, 1902, imagen publicada en http://www.map.ox.ac.uk/explore/mosquito-malaria-vectors/bionomics/anopheles-gambiae-ss/



Mientras que los mosquitos hembra dependen de las tomas de sangre, ricas en proteínas, para la maduración de los huevos, ambos sexos se sienten atraidos por las plantas y se alimentan del néctar de éstas, que les aporta un nutriente rico en hidratos de carbono, esencial fuente de energía para volar y, en algunas especies, para invernar.

Asteracaeae spp.


Asteracaeae spp. y Ricinus communis se incluyen entre las plantas preferidas por Anopheles gambiae para alimentarse. Un análisis de las sustancias odoríferas purificadas de estas plantas, reveló en el estudio una gran riqueza en compuestos volátiles conocidos como terpenos, incluyendo el pineno y el limoneno.

Ricinus communis

Ricinus communis


Para muchas especies de insectos, no sólo los mosquitos, la detección química de terpenos derivados de las plantas modula sus comportamientos de herbívoría y polinización. Curiosamente, el parásito de la malaria Plasmodium falciparum contiene un orgánulo llamado apicoplasto, que es similar a los cloroplastos de las plantas y que posee vías metabólicas similares a éstas. El estudio examina la posibilidad de que el parásito utilice este falso cloroplasto para producir los terpenos con los que atraería a los mosquitos.

P. falciparium imita olores de las plantas

Para ello, se determinó la composición química volátil del aire sobre cultivos de Plasmodium falciparum, identificándose moléculas de terpenos producidas por los parásitos, que actúan igual que conocidos atrayentes vegetales de mosquitos. Además, se estableció la identidad molecular de los receptores olfativos de Anopheles gambiae que responden a estos terpenos, similares a los de las plantas.

Ciclo de vida de Plamodium falciparum


La conclusión es que el parásito de la malaria produce compuestos volátiles específicos (terpenos) y que los mosquitos Anopheles tienen la maquinaria celular necesaria para detectar y responder a estos compuestos, que actúan como señales químicas que modulan la atracción de los mosquitos vectores hacia sus huéspedes.

En este sentido, los terpenos producidos por los parásitos identificados en el estudio, son moléculas que pasan fácilmente a través de las membranas al gas alveolar en el pulmón. Tras la infección con el parásito de la malaria, los terpenos producidos por los parásitos son susceptibles de ser detectados fuera de los individuos infectados, ya que el número total de parásitos en una infección humana típica es muy superior al de las muestras cultivadas en el estudio.

El estudio concluye que la interrupción de la señalización química volatil que emite el parásito para atraer a los mosquitos, podría ser un potente medio de bloqueo dentro del ciclo de vida de la malaria, que ayude a controlar su expansión.


Fuente: Audrey R. Odom y otros: Malaria Parasites Produce Volatile Mosquito Attractants, mBio, 2015  http://mbio.asm.org/content/6/2/e00235-15.full

Publicado en Higiene Ambiental el jueves 9 de julio de 2015

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