La
capital del Tarragonés y localidades cercanas acumulan numerosas quejas de
vecinos sobre la proliferación de roedores.
Las
ratas forman parte del ecosistema urbano habitual, habitan sobre todo las
alcantarillas y edificios abandonados y han sido las protagonistas de la
actualidad de las comarcas de Tarragona este verano. Las anécdotas y quejas
ciudadanas han salpicado las conversaciones cotidianas y los medios locales.
Las apariciones esporádicas de estos roedores en calles céntricas de núcleos
urbanos, playas y parques han provocado la estupefacción de los vecinos, poco
acostumbrados a que estos animales se aventuren a recorrer la vía pública de
día.
imagen publicada en la fuente |
Este es
el caso de Alex, que la semana pasada pasaba por el cruce de las calles
Francesc Macià y Vidal i Barraquer de Tarragona, pasadas las cuatro de la
tarde. “Vi a la rata quieta en la esquina, sin moverse, y me llevé un susto
mayúsculo”, explica. Al comprobar que el roedor estaba vivo pero que no se
movía aprovechó para tomar una fotografía y difundirla por las redes sociales.
Este
mes de septiembre, Raquel también se topó con una rata en Tarragona, hacia las
19h. Se encontraba con su pareja y su hija pequeña, en el parque del centro de
la plaza Imperial Tarraco, cuando vieron un roedor que cruzaba el área verde a
gran velocidad. “Nos quedamos completamente parados y no tuvimos tiempo ni de
tomar una fotografía”, comenta. Decidieron abandonar el parque, al que no han
vuelto. “Estamos casi acostumbrados a las cucarachas, ya las hemos normalizado,
pero nunca habíamos visto una rata por el centro a media tarde”, añade.
Los
testimonios de Alex y Raquel se suman a los de numerosos tarraconenses que en
las últimas semanas se han encontrado con más ejemplares . El fenómeno es más
habitual de lo que pueda parecer y aumenta durante los meses de verano. El
tratamiento antiproliferación y el control de la evolución de roedores y otras
plagas es una responsabilidad que recae en los gobiernos municipales, como
confirma el departamento de Salut de la Generalitat de Catalunya.
El
consistorio tarraconense considera que este 2018 no se ha detectado un
incremento importante de cucarachas y ratas respeto a años anteriores. Es más,
defiende que la cifra se ha reducido respeto a años anteriores. En concreto, el
Ayuntamiento detalla que, durante este año, se han recibido un promedio de dos
avisos por semana a causa de plagas, aunque fuentes municipales precisan que la
mayoría de alertas “se han producido en zonas poco urbanizadas o en viviendas
próximas a solares abandonados”.
El
gobierno local también apunta que una parte de los avisos de este año son
debidos a los tratamientos que la empresa municipal Ematsa aplica en las
alcantarillas que han sido “más agresivos que otros años y, por tanto, se han
demostrado más efectivos. Esto provoca que salgan más cucarachas y ratas del
alcantarillado por efecto huida, pero como ya está previsto que ocurra y se
intensifica el control para eliminarlas después del tratamiento”.
ratas”,
detalla la concejal responsable de Limpieza del Ayuntamiento de Tarragona,
Ivana Martínez. “El motivo es que en los últimos años se ha pasado de aplicar
medidas correctivas a preventivas que se realizan durante todo el año y se
intensifican durante los meses de verano”, indica. “Este cambio de sistema ha
permitido rebajar el número de quejas ciudadanas”, añade.
Por su
parte, la Diputació de Tarragona anunció el pasado mes de agosto una partida de
529.960 euros para 154 municipios del Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre que
se destina a ayudas directas a la lucha contra la proliferación de ratas,
palomas, roedores y cucarachas en zonas urbanas, entre otras actuaciones.
Este
agosto, además, una avería fortuita visibilizó la aparición de ratas en
Tarragona. A medianos de mes, en plena temporada alta, tuvo que cerrarse al
baño parte de la Platja del Miracle de la ciudad, que se llenó de restos de
basura, compresas, pañales y cadáveres de ratas a causa de la rotura de una
tubería del alcantarillado. No ha sido el único caso, ya que a capital del
Tarragonès también ha recogido denuncias por presencia de ratas en la Part
Alta, el barrio de Bonavista –con imágenes que se hicieron virales– y en otras
zonas como el barrio del Port. Las redes sociales han recogido el testimonio de
varios vecinos.
A parte
de Tarragona, otras localidades del Baix Penedès también han sufrido la
aparición de ratas. Durante el mes de agosto, Calafell fue noticia a causa de
un foco de roedores en dos viviendas que son propiedad de una entidad bancaria
y que están ubicadas cerca de la playa.
En ese
momento, el alcalde de la localidad, Ramon Ferré, ya apuntó que la presencia de
roedores en la zona próxima a calles concurridas como la de Sant Pere es una
“problemática” que el año pasado ya se constató. El consistorio tiene detectado
un foco ubicado principalmente en los sanitarios de la playa, junto a la
Cofradía de Pescadores. También aseguró que en los últimos meses se han
limpiado las tuberías con agua a presión y se ha renovado la red subterránea de
evacuación de los aseos para erradicar la plaga.
Aún
así, apunta que el incivismo de muchos ciudadanos a la hora de tirar las
basuras, unido con el calor del verano, no ayuda a mantener a las ratas
alejadas. “Este año hemos detectado un mayor número de ciudadanos que no han
cumplido con los horarios marcados para tirar los desperdicios”, confirman
fuentes municipales, que también apuntan que son muchos los residentes de fin
de semana y vacaciones que en su tiempo de ocio “a veces se relajan con las
normas”. “Esto nos obliga a tomar medidas”, añaden.
Los roedores
también han dado que hablar en el municipio de Sant Jaume dels Domenys, donde
se han detectado episodios de plagas este mes de septiembre. “Tenemos un
problema que resolver, pero lo estamos atacando”, admite el alcalde de la
población, Magí Pallarés. Especifica que el Consistorio ha firmado un contrato
de dos años con una nueva empresa para terminar con las ratas y está
construyendo plataformas de hormigón en las zonas de contenedores para evitar
el paso de los animales. Como su homólogo de Calafell, advierte que “no ayuda
que no se respeten los horarios de tirar las basuras, especialmente en verano”.
La
salida al mar ayuda a visibilizar los episodios de ratas que, en otras
localidades, que quizá no tienen un desagüe tan perceptible a simple vista. Así
lo apuntan desde Cambrils (Baix Camp), otra de las localidades que en las
últimas semanas también ha vivido su propio capítulo relacionado con roedores.
Igualmente ha sucedido en Vilafortuny, donde se impidió el bañó de manera
puntual durante el mes de agosto a causa de la aparición de cadáveres de
roedores.
En este
caso, tal como apunta el Consistorio, la causa probable fue la tormenta que,
horas antes, “aumentó el cabal de agua de las alcantarillas y provocó el
ahogamiento de las ratas y su posterior salida hacia la playa”, según fuentes
municipales. Apuntan que en el municipio está activo un estricto plan de
control de plagas en las alcantarillas, pero que la presencia de siete arroyos
en la localidad “obliga a tener un mayor control, ya que es una situación
compleja”.
Fuente:
La Vanguardia: https://www.lavanguardia.com/local/tarragona/20181008/452121321322/ratas-tarragona-plaga-verano.html
En la empresa donde trabajé casi treinta años hicimos dos
campañas de desratización del término de Tarragona. Una primera que solo duró
tres meses en 1987 y una segunda que duraría un año, 1988.
Han pasado muchos años y los protocolos de desratización
han cambiado, pero la problemática de esta ciudad supongo en gran medida
continúa.
Existen dentro del casco antiguo de Tarragona muchas
ruinas romanas y de otras épocas en solares a veces abandonados, o dicho de
otra manera poco cuidados, donde prolifera mucho la vegetación y donde se puede
observar la dejadez de muchos vecinos que arrojan basura y otros residuos. En
ocasiones existen antiguos saneamientos rotos, lo que supone una salida de la
red de alcantarillado, utilizado por las ratas.
También hay muchas barriadas separadas del centro
histórico, aisladas entre sí, dentro de zonas industriales y de campo. En
algunas zonas existían huertos descontrolados. Pocas poblaciones disponen de
tantas barriadas, por mencionar Riu Clar, urbanización ICOMAR, Torreforta, Camp
Clar, Bonavista, La Canonja, Sant Pere i Sant Pau, Sant Salvador, Bosques de
Tarragona, llegando a Ferran y Tamarit.