Fitofotodermatitis: cuando sol y plantas se confabulan
La fitofotodermatitis, como su propio nombre indica, es una inflamación de la piel provocada por el contacto con determinadas plantas por una exposición recreativa u ocupacional, siendo necesaria la exposición al sol para activar el proceso. La respuesta inflamatoria que se observa es una reacción fototóxica a compuestos químicos fotosensibilizantes de diversas familias de plantas.
Las hojas y tallo de la higuera contienen furocumarinas
Se trata de un motivo frecuente de consulta médica, sobre todo en los meses de primavera y verano (o a lo largo de todo el año en climas tropicales), afectando a todas las razas por igual. Determinadas profesiones son más susceptibles, como jardineros o agricultores.
cuando se corta una rama o una hoja de higuera gotea la savia. |
cuando cortas un higo, puede gotear la savia |
dermatitis producida por el contacto con la savia y las hojas de la higuera |
dermatitis o quemadura química por contacto con higueras |
La fitofotodermatitis es una reacción fototóxica causada por las furocumarinas (psoralenos) que se encuentran presentes en determinadas plantas. Cuando hablamos de fototoxicidad nos referimos a que no es una reacción no inmunológica (no es una alergia, y por tanto no precisa de sensibilización previa). Para que se produzca la reacción se precisa la acción de la luz (habitualmente del espectro ultravioleta de longitudes largas -UVA- entre 320 y 400 nm). El grado de reacción cutánea depende del tipo y de la cantidad de sustancia fototóxica que penetra en la piel, así como de la dosis de irradiación lumínica. Las principales sustancias fototóxicas del reino vegetal son las furocumarinas (psoralenos) y los derivados de las antraquinonas.
Citrus bergamia |
Plantas productoras de fitofotodermatitis.
Rutáceas: cítricos (lima, naranja, naranja amarga, limón), Citrus bergamia (bergamota), Ruta graveolens (ruda común).
Apiáceas (umbilíferas): Ammi majus, zanahorias, eneldo, hinojo, perejil, perifollo, apio, chirivía.
Fabáceas (leguminosas): Psoralea corylifolia.
Moráceas: higuera (sólo hoja y tallo).
Hipericáceas (henos): hierba de San Juan (hipérico).
Caparidáceas (alcaparras): Cleome spinosa.
Desde el punto de vista clínico, el paciente va a referir antecedentes de exposición a plantas (en nuestro caso, el paciente había estado el fin de semana anterior podando una higuera).
En la fase aguda (a veces horas después del contacto con la planta) las manifestaciones clínicas son variables, desde prurito sin lesiones, a grados variable de eritema, edema, vesículas y ampollas. Es muy característica la distribución (en zonas fotoexpuestas) y la presencia de lesiones lineales, o figuradas (lo que indica un agente exógeno). Una vez solucionado el cuadro, puede persistir una hiperpigmentación postinflamatoria.
Las personas que utilizan perfumes con aceite de bergamota (que contiene 5-metoxipsoraleno) pueden desarrollar líneas hiperpigmentadas en las zonas en contacto con el perfume (típicamente en el cuello). Es la denominada dermatitis de berloque, como esta imagen del blog Docencia Rafalafena.
Ruta graveolens |
Ruta graveolens |
Dermatitis de berloque
El diagnóstico es muy sencillo si se sospecha y se realiza una anamnesis cuidadosa (muchas veces el paciente no lo relaciona y no nos va a referir el antecedente de contacto con las plantas si no lo preguntamos nosotros).
Dermatitis de berloque. foto publicada en el artículo de referencia o fuente |
El tratamiento en la fase aguda consiste en fomentos secantes (si hay presencia de ampollas o exudado), corticoides tópicos y antihistamínicos (orales) para aliviar el prurito. En reacciones muy intensas puede ser necesaria la administración de una tanda corta de corticoterapia oral. La evolución es favorable, pero la hiperpigmentación residual puede ser muy persistente.
La prevención consiste, lógicamente, en evitar el contacto con las plantas en cuestión y, cuando ello no sea posible, medidas fotoprotectoras.
Psoralea corylifolia |
- Para algunas personas, solo un día de jardinería conlleva riesgos.
Un experto advierte que el simple contacto con varias plantas comunes puede suscitar reacciones cutáneas entre leves y graves.
imagen conseguida en google imágenes por "adultos trabajando en el jardín" |
"Aunque la mayoría de las reacciones cutáneas causadas por contacto directo con una planta peligrosa son más una molestia que otra cosa, en algunos casos, la reacción puede afectar todo el cuerpo y constituirse en un riesgo potencialmente más grave", advirtió en un comunicado de prensa de la Academia Estadounidense de Dermatología el Dr. Julian J. Trevino, profesor asociado de dermatología de la Facultad de medicina Boonshoft de la Universidad Estatal Wright de Dayton, Ohio.
"La gente alérgica a las plantas o que tenga piel sensible propensa al eccema o a la dermatitis atópica podría experimentar efectos más graves o duraderos que exijan atención médica", explicó.
Se esperaba que Trevino hablara sobre el tema durante la reunión anual de la Academia Estadounidense de Dermatología esta semana en Nueva Orleáns.
Cleome spinosa. |
Cleome spinosa., frutos secos y maduros |
Entre las plantas preocupantes se encuentran la ortiga mayor o verde. Los pelitos afilados de la planta producen irritantes que pueden provocar urticaria usualmente leve luego de tocarla. El brote se alivia generalmente en cuestión de pocas horas.
Además, la gente susceptible al eccema que maneja alimentos con frecuencia puede adquirir urticaria de algunas frutas y verduras frescas, hierbas, nueces, arbustos y pasto. Las reacciones graves podrían propagarse más allá de la piel y causar inflamación peligrosa de la garganta, los pulmones y el tracto gastrointestinal.
Los cactos y los nopales también son preocupantes, aseguró Trevino. Cuando estas espinas penetran en la piel, puede haber picazón y erupción, hasta infección micótica o por estafilococos.
Las plantas problemáticas más conocidas son la hiedra venenosa, el roble venenoso y el zumaque. Cerca de la mitad de la población es alérgica a la savia, conocida como urushiol, que causará erupción cutánea al contacto. Sin embargo, Trevino advirtió que cuando esas plantas resultan "lesionadas", la savia puede liberarse y untar plantas inofensivas cercanas.
"Eso significa que usted puede desarrollar una erupción por hiedra venenosa si acaricia a su perro luego de que éste ha estado en contacto con la planta", anotó, "o si toca una herramienta de jardinería o ropa que ha estado en contacto con ella. Incluso el contacto en el aire con el urushiol es posible, sobre todo en el otoño o el invierno, cuando estas plantas venenosas se queman entre otros arbustos y se liberan partículas de esta savia en el aire. Si estas partículas caen sobre su piel o si las inhala, puede adquirir una erupción extendida e irritación grave en el tracto respiratorio".
Hierba de San Juan |
Para tratar la erupción causada por la hiedra venenosa, enjuague el área afectada, frote productos que contengan acetato de aluminio o use cremas tópicas que contengan calamina o esteroides.
Para reducir el riesgo, si trabaja en el jardín, use ropa protectora y guantes de vinilo, cubra la piel expuesta con una loción de barrera que contenga bentonita de cuaternio-18 y haga el esfuerzo de evitar las plantas venenosas, recomendó Trevino.
Más información
Para más información sobre el riesgo de exposición, visite la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTE: American Academy of Dermatology, news release, Feb. 4, 2011
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