A pesar de las diferentes hipótesis sobre el origen de
los casos esporádicos de legionelosis, no existe una evidencia epidemiológica
clara sobre las fuentes de infección. Un estudio concluye que los factores de
riesgo ambiental identificados con más frecuencia son un historial de viaje
durante el período de incubación y ser conductor de profesión, pero que es
preciso estudiar más a fondo factores de riesgo y fuentes de la infección para
prevenirla y controlarla.
Legionella pneumophila, foto de commons.wikimedia |
Investigadores del
Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco realizaron una búsqueda bibliográfica en revistas nacionales e internacionales (1990-2012) para reunir
los datos más relevantes obtenidos en diferentes estudios dirigidos a investigar
el origen de la legionelosis esporádica.
Los factores de riesgo ambiental identificados con más
frecuencia fueron el haber realizado un viaje durante el período de incubación
y ser conductor de profesión.
También fuentes de infección relacionadas históricamente
con brotes, como las torres de refrigeración y el agua de consumo, se han
asociado con los casos esporádicos. Asimismo, diferentes autores señalan de
forma consistente la influencia de los factores meteorológicos en la incidencia
y también están adquiriendo importancia los estudios dirigidos a analizar el
patrón espacial de presentación de casos.
Las principales conclusiones del estudio, publicado en la
Revista de Salud Ambiental son la inexistencia de una evidencia
epidemiológicaclara sobre las fuentes de infección y el cuestionamiento de si
las medidas de control y vigilancia realizadas actualmente están siendo
suficientemente eficaces para prevenir la aparición de casos esporádicos.
Factores ambientales de riesgo:
El factor de
riesgo ambiental asociado más frecuentemente con los casos esporádicos ha sido
el historial de viaje durante el período de incubación, sin embargo no está
claro si la infección se ha producido durante el viaje o al volver al domicilio
debido al estancamiento del agua en la red doméstica.
En cuanto al origen de la infección en el caso de
trabajadores del transporte se han barajado diferentes hipótesis pero tampoco
se ha llegado a identificar de forma clara la fuente de infección.
Legionella pneumophila, foto de ww2.cedarcrest.edu |
Patrón estacional:
La legionelosis presenta una mayor incidencia en verano y
otoño, pero los motivos hoy por hoy no están claros. Los factores
meteorológicos se recogen en diversos estudios, sin embargo, no existe un
consenso en el modo en el que dichos factores influyen en la incidencia.
Los aumentos en la humedad relativa y la temperatura
favorecerían la persistencia y la propagación de la bacteria L. pneumophila.
Otros autores sugieren que las lluvias fuertes podrían influir en la calidad
del agua potable por medio de inundaciones, contaminación de aguas
subterráneas, e ineficiencia del sistema de tratamiento del agua debido al
aumento de la turbidez.
Los cambios de hábitos durante el verano pueden tener
también un efecto sobre la incidencia de la enfermedad: uso de aire
acondicionado, mayor contacto con agua, incremento de viajes, etc.
En el estudio también se mencionan datos sobre un
incremento de brotes de legionelosis en
otoño en los que estaban implicadas torres de pequeño tamaño, que se ponían en funcionamiento
tras un periodo de inactividad. Tras este periodo de inactividad, la
concentración de Legionella en el agua de las balsas sufría un rápido aumento,
que no era explicable por un proceso de multiplicación de la bacteria, sino por
la movilización de sedimento y el desprendimiento del biofilm provocado por el
movimiento del agua tras la puesta en marcha.
Patrones geográficos:
Actualmente, con el desarrollo de los sistemas de
información geográfica, están adquiriendo importancia los estudios dirigidos a
analizar las diferencias geográficas de la incidencia de legionelosis.
Uno de los estudios revisados analiza el patrón espacial
de la legionelosis comunitaria en España, describiendo de manera consistente
zonas de mayor riesgo en un eje norte-este de la Península.
Las diferencias que pueden existir entre zonas o regiones
en relación con el tipo y virulencia de las cepas circulantes determinarán que
el patrón espacial de presentación de la enfermedad y la contribución de las
diferentes fuentes de infección varíe ampliamente.
La caracterización de la distribución de serogrupos en
diferentes zonas geográficas supondría una información de gran interés a la
hora de encaminar cualquier estudio de base geográfica.
Legionella pneumophila, foto de commons.wikimedia |
Dificultad en la prevención y control de la legionelosis
esporádica:
La normativa española actual establece programas de
control y vigilancia en las instalaciones consideradas de riesgo de
proliferación de Legionella (torres, agua caliente sanitaria, baños con
movimiento, etc.).
Este procedimiento es primordial para evitar brotes
relacionados con una fuente común de exposición, sin embargo, el
desconocimiento en relación al origen de la legionelosis crea cierta
incertidumbre en cuanto a si está siendo suficientemente eficaz para prevenir
la aparición de casos esporádicos.
No hay que olvidar que la legionelosis esporádica supone
aproximadamente el 80 % de los casos notificados y que, tal y como se ha
demostrado en otros países, la incidencia podría estar subestimada.
Los autores del estudio exponen la necesidad de realizar
estudios dirigidos a explicar el origen de los casos esporádicos en España
teniendo en cuenta que es uno de los países europeos con mayor incidencia de
legionelosis.
Esto permitiría poder evaluar la eficacia de las acciones
de vigilancia y control realizadas, priorizar intervenciones y establecer otras
estrategias de prevención como por ejemplo la elaboración de recomendaciones
sanitarias dirigidas a grupos de riesgo.
Fuente: Revista
Salud Ambiental
Artículo original: Ana Jiménez Zabalaa, Loreto Santa
Marina Rodrígueza, Mónica Otazua Font, Yolanda Cuetos, Mikel Etxeberria
Aguirresarobe y Koldo de la Fuente Campos, Legionelosis esporádica: un problema
sin resolver , Revicta de Salud Ambiental, Vol 13, No 1 (2013)
Publicado en Higiene Ambiental, lunes 15 de julio de 2013