viernes, 22 de febrero de 2019

La avispa asiática ha encontrado un voraz enemigo en España: el abejero europeo


Un estudio en Galicia apunta que esta ave rapaz que se alimenta de avispas y abejorros podría acabar con la plaga de la especie invasora



La avispa asiática Vespa velutina se ha expandido en pocos años por Europa llegando a ser considerada una temida plaga. En 2004 se detectaron por primera vez en Francia (donde ya ocupa prácticamente todo el territorio). Desde entonces las colonias de esta especie especializada en alimentarse de abejas de la miel se han extendido por otros siete países europeos (España, Italia, Portugal, Alemania, Bélgica, Suiza y, puntualmente, Reino Unido).

En España se detectó por primera vez en 2010 en Navarra y en la actualidad la avispa invasora está presente por lo menos en ocho comunidades autónomas; principalmente en la zona norte, desde Galicia hasta Catalunya.



Su presencia ha causado grandes estragos en la población de abejas de la miel. Son una especie voraz y agresiva y cada una llega a ingerir entre 25 a 50 ejemplares al día de abejas. Concretamente en Galicia se estima que existen 100.000 nidos y han crecido tanto porqué no tenían un depredador natural. O eso se creía hasta ahora.

Según los datos iniciales de un estudio dirigido por Salvador Rebollo, profesor de Ecología de la Universidad de Alcalá de Henares, en colaboración con el naturalista ornitólogo José Manuel Fernández, el abejero europeo Pernis apivorus podría ser un depredador natural para la especie invasora.

Zona de presencia de abejero europeo (color naranja) en la época migratoria estival (WP)



El abejero europeo es un ave rapaz que se alimenta de avispas y abejorros, por lo que los investigadores creyeron que era un depredador potencial para la velutina. Para tratar de averiguarlo detectaron sus nidos e instalaron cámaras y sensores de movimiento, de manera que cada vez que se movía una cría o llegaba un adulto, sacaba una foto cada treinta o cuarenta segundos.

Con este método de observación los científicos han podido comprobar que el 70% de los panales que llevaban a sus nidos eran de celdas grandes, propias de velutina o de vespa crabro. Para saberlo con exactitud los científicos han llevado muestras a Madrid para determinarlo molecularmente. De todas maneras José Manuel Fernández explica, en una entrevista en La Voz de Asturias, que “cuando subíamos a colocar las cámaras en los nidos, encontrábamos presencia siempre de la vespa velutina, nunca vimos una vespa crabro por las proximidades. También porque en las muestras que trajimos para llevar a Madrid, algunas de las larvas que estaban sin comer ya tenían un tamaño suficiente para poder identificarlas y siempre era velutina”.



José Manuel Fernández, ornitólogo y coautor del estudio comentaba:

“Cuando subíamos a colocar las cámaras en los nidos, encontrábamos presencia siempre de la vespa velutina, nunca vimos una vespa crabro por las proximidades”

Sin embargo, los expertos advierten de que si se confirman los datos habría que investigar más para poder desarrollar una solución que respete al abejero europeo y al medio ambiente.



“En las muestras que trajimos para llevar a Madrid, algunas de las larvas que estaban sin comer ya tenían un tamaño suficiente para poder identificarlas y siempre era velutina


Tres imágenes están publicadas en la fuente y dos más proceden de una búsqueda en Google Imágenes por "Pernis apivorus". Agradezco a sus autores por compartirlas en la red.

sábado, 16 de febrero de 2019

La procesionaria del pino ha adelantado este año su descenso de los árboles

La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) ha iniciado hace ya unas semanas, con algo de antelación respecto a otros años, su descenso de los árboles para enterrarse y formar las crisálidas. Las orugas se convierten en este período en un peligro potencial para los ciudadanos y animales domésticos que entren en contacto con ellas, debido a los pelos urticantes que desprenden.

Procesionaria del pino. Foto publicada en  http://turismograzalema.com/blog/la-procesionaria-del-pino-y-su-ciclo-vital/


La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es un insecto lepidóptero defoliador, que además de ocasionar daños de consideración en pinos y cedros, puede provocar urticaria, lesiones y trastornos alérgicos graves en personas y animales. Es una plaga conocida, que se identifica fácilmente por la presencia de bolsas blancas en las ramas de los árboles, la falta de hojas alrededor de los mismos y, en la primavera, por las procesiones de orugas que descienden por el tronco y se desplazan por el suelo para enterrarse.

Trampas de monitoreo contra la procesionaria del pino. Ver más información en el enlace: https://www.koppert.es/noticias/nueva-trampa-para-controlar-eficazmente-y-sin-quimicos-la-presencia-de-larvas-de-procesionaria-del-pino/


Probablemente por razones climáticas, el ciclo de la procesionaria parece estar sufriendo modificaciones y este año las orugas han iniciado ya en enero su descenso en diversas zonas de España, como en Barcelona, donde la afectación en determinados parques es ya muy notable. Con las temperaturas suaves en diciembre y enero los niveles de procesionaria han ido en aumento en algunos distritos de la ciudad, como Horta-Guinardó, Nou Barris y Sant Martí respecto al año pasado, mientras que en otros se mantiene igual o ha descendido.



El aumento o la disminución de la población de procesionaria depende de muchas variables, por ejemplo las lluvias dificultan la reproducción de las mariposas en verano, ya que los adultos sólo viven un par de días. Si las lluvias son muy intensas también pueden afectar a los primeros estadios larvarios y, si son muy abundantes, pueden reducir la viabilidad de las crisálidas enterradas. Por el contrario la falta de frío en los primeros estadios larvarios, a principios del otoño cuando las orugas son más sensibles al frío, evita su mortalidad.

El incremento en las temperaturas parece ser también el motivo de que la procesionaria esté produciendo afectaciones en zonas a más altitud y latitud que en años anteriores

Ciclo biológico de Thaumetopoea pityocampa

El nacimiento de las mariposas se inicia en la segunda quincena de junio y finaliza a finales de septiembre. En un plazo de tres días la mariposa realiza la puesta de huevos, en las agujas de los pinos o cedros, agrupados formando un cilindro de unos 3 cm. de largo y protegidos por escamas.


Al cabo de unas cinco semanas nacen las orugas, que viven de forma gregaria. Inicialmente se desplazan de un lugar a otro del árbol provocando fuertes defoliaciones y cuando llega el frío construyen los nidos, de pelos sedosos de color blanco, en las partes más soleadas del árbol, de donde salen para alimentarse.



En los meses de febrero y marzo, bajan de los árboles formando las características procesiones, buscando un lugar adecuado para enterrarse y convertirse en crisálida. No todas las mariposas nacen el primer año, sino que una parte importante lo hace a los dos o tres años y, algunas pocas, en años sucesivos.



Control de Thaumetopoea pityocampa

La procesionaria tiene algunos enemigos naturales como algunas aves insectívoras, hormigas, murciélagos o ciertos parásitos. No obstante, para controlar esta plaga en bosques y zonas urbanizadas son necesarias intervenciones humanas. De este modo se busca evitar su efecto negativo sobre los árboles, en los que la plaga provoca una disminución de capacidad de crecimiento, debilidad, predisposición al ataque de insectos perforadores o incluso la muerte en el caso de árboles jóvenes, así como la elevada peligrosidad para personas y animales de los pelos urticantes que desprenden las orugas.

Balín insecticida; https://procesionaria.com/shop/


La lucha mecánica contra la procesionaria incluye la retirada y destrucción de los nidos. Las bolsas de difícil acceso pueden también destruirse mediante disparos localizados. También, durante la época en que las orugas descienden de los árboles, es posible colocar unos anillos que rodean el tronco del pino o cedro y las capturan, evitando que lleguen al suelo.

collar anti-orugas Greentrap


En grupos reducidos de árboles es posible realizar tratamientos preventivos con fitosanitarios insecticidas inyectados en el tronco, que se difunde por el árbol y lo protege de las orugas.

Inyección contra procesionaria. Para más información enlazar: http://www.esmarganda.es/2014/10/un-nuevo-tratamiento-preventivo-contra-la-procesionaria-del-pino-comienza-a-ser-utilizado-en-los-arboles-de-nuestra-localidad/


Cuando el tratamiento preventivo no es posible, la aplicación de tratamientos correctivos con insecticidas por nebulización permite controlar las poblaciones de orugas. En el caso de Barcelona, la aplicación se realizó el pasado otoño con el insecticida biológico a base de esporas de la bacteria Bacillus thuringiensis, que produce la muerte de las orugas por ingestión.

Pulverización de los bolsones contra procesionaria. Foto tomada de https://www.diariosur.es/malaga-capital/201503/16/guerra-biologica-procesionaria-20150315224607.html


Otras medidas complementarias son el uso de trampas con feromonas sexuales femeninas colgadas en los pinos, con las que se capturan los machos y se evita que puedan aparearse. Estas trampas son también un buen sistema de monitorización del nivel de infestación.

Finalmente, también favorece el control de Thaumetopoea pityocampa la colocación de cajas nido para proteger a las aves insectívoras, depredadoras naturales de las orugas.


Fuente: http://agricultura.gencat.cat/ y https://beteve.cat/

Publicado en Higiene Ambiental, el viernes 15 de febrero de 2019
https://higieneambiental.com/control-de-plagas/la-procesionaria-del-pino-ha-adelantado-este-ano-su-descenso-de-los-arboles

Las imágenes las he obtenido tras varias búsquedas en Google Imágenes. Agradezco a sus autores por haberlas compartido en la red.